jueves, 26 de marzo de 2009

Una carta a los "jóvenes científicos precarizados

Ya hace un tiempo (15/4/2008) fue publicada una carta del Dr. Alfredo Castro-Vazquez investigador del CONICET, dirigida a los jóvenes becarios, a raíz de las quejas manifestada , durante un homenaje al Dr. Charreau, por quienes “se denominan a sí mismos; jóvenes científicos precarizados”
Aquí va el texto y las distintas respuestas que suscitó.
"Un investigador del Conicet, Alfredo Castro Vázquez, de Mendoza, hizo pública una carta dirigida a los jóvenes que protestaron durante el festejo por el cumpleaños del Conicet. Aquí va:

"Quiero expresar una opinión diferente a la del afiche así titulado. Yo fui, entre 1971 y 1976, uno de los denominados "jóvenes científicos precarizados". Sólo que nunca se me hubiera ocurrido llamarme "científico", y cuando los parientes o amigos me llamaban así, me ponía colorado. No se es "científico" el día que uno se hace cargo de una beca; y al día siguiente tampoco. Aún ahora, con treintipico años de oficio, no se me ocurriría aplicarme tan honroso apelativo: la carrera del investigador científico es una carrera en busca de ideales, que quizás nunca alcancemos.
Más tarde en mi carrera, dirigí ("exprimí", según el afiche) a varios otros "jóvenes científicos precarizados". Tengo al décimo de ellos en espera de la fecha de defensa de su tesis doctoral. Se los ve de buena salud. Muchos tienen hijos a los que se ve bien nutridos (no, desgraciadamente, como a muchos otros argentinitos). Parafraseando a Alfonsín podría decirle a cualquiera de ellos (como a mí mismo): "Gordito, a vos no te va tan mal".Traté de inculcarles a mis becarios/tesistas muchas cosas, pero una de ellas era que debían sentirse privilegiados por poder continuar su formación en el más alto nivel universitario con la subvención del Estado, y que adquirían de esa manera una deuda importante con la sociedad. Otra, que debían desgastarse por hacer una tesis de excelencia, para corresponder al esfuerzo que toda la sociedad pone en ellos.
¡Y los "chicos" cumplieron! Exprimidos o no, cuatro de ellos son profesores en universidades nacionales y dos en universidades privadas. Seis ingresaron a la carrera del investigador del Conicet. Uno de éstos, mi primer tesista, es Investigador principal del Conicet como yo, y Profesor Titular de Fisiología en una Universidad Nacional como yo ¿se imaginan la satisfacción que es eso? ¡Y además, estos "chicos" me han dado "nietos" y "biznietos"! Y yo, que también tuve más de una vez la tentación de irme de mi país, debo reconocer que si no fuera por el Conicet no me hubiera podido quedar, o si me quedaba, no hubiera podido hacer ni la décima parte de lo que pude hacer. Las condiciones, los sueldos, no son ni han sido los ideales, y venimos luchando por mejorar unas y otros, pero no hay que tener una perspectiva amarga sobre lo que tenemos.Y el Conicet no bajó del cielo como un meteorito, ni salió de la tierra como un hongo. Es el fruto del trabajo de muchos, nucleados tras la obra de un gran argentino, Bernardo Houssay. Todos trabajamos, pero algunos también lideraron, como el actual presidente del Conicet, Eduardo Charreau, a quien ahora estamos despidiendo. Él tomó el timón de la institución en febrero de 2002, en medio de la peor tormenta de los tiempos recientes, y ha llevado al Conicet a su muy respetable situación actual, "de cara a las necesidades del país y del pueblo". A él no lo van a asustar haciéndole tomar un traguito de limón."
Dr. Alfredo Castro-Vazquez Laboratorio de Fisiología (IHEM-CONICET)FCM-Universidad Nacional de Cuyo Casilla de Correo 335500 Mendoza, Argentina
Publicado por Valeria Román en Abril 15, 2008 12:50 PM
Aqui alguna de las respuestas

Me sorprende esta carta viniendo de alguien que se dedica a investigación. Todo lo que dice es cierto sin embargo nada de eso implica que los becarios no tengan derecho a jubilación, obra social ni derecho a indemnización. Es lo que se llama un razonamiento falaz. Por que tiene que trabajar 4 años mas que otro trabajador (la duración de un doctorado promedio) para jubilarse si lo que estuvo haciendo? Por que tiene que pagar su seguro de salud (o parte de él) de su bolsillo? Insisto, el razonamiento es falaz.
Publicado por: Pablo Abril 15, 2008 1:37 PM

Nadie duda del enorme aporte del Conicet al desarrollo del país. tampoco del sacrificio de sus investigadores y de la pesada herencia recibida que postergó a la ciencia argentina durante décadas. Lo que si hay que observar son las condiciones de las universidades donde tienen que investigar, que son muy dispares, ya no entre diferentes universidades sino entre facultades de una misma universidad. aceptarlo y no hacer nada es condenarse. hay que hacer algo al respecto.
Publicado por: SAN PABLO CLUB DE EMRPENDEDORES Abril 15, 2008 1:44 PM

Quisiera expresar toda mi indignación, pero me tomaría mucho tiempo en fundamentar que UD esta equivocado. Personas como UD e instituciones científicas con mentalidades retrógradas han hecho que tenga que dejar la investigación. Tendría que reconsiderar su ego y devolver realmente algo a la sociedad. El esquema es simple: ciencia-investigación-trabajo calificado (no becarios precarios)-nuevas tecnología-aplicación-sociedad. O acaso aquel que ingresa a la carrera de investigador con aprox. 34 años (10 años de trabajo e investigación)no debería tener aportes? o no debería tener una mejor remuneración porque tienen el privilegio de ser becados como si fuera una suerte de favor que le hacen...? Cambiemos la mentalidad para construir una sociedad mejor
Publicado por: indignado Abril 15, 2008 1:59 PM

Con esto la discusión se desvía hacia el titulo que se le otorga a quien ostenta una beca (científico, becario, licenciado) y eso es anecdótico y marginal. Volviendo al tema importante: cada Consejo de Ciencia/Investigación debe adaptarse a las condiciones de contorno del país donde opera. De mi experiencia como becario en el Reino Unido puedo confirmar que el PPARC (análogo al Conicet en RU para física y astronomía) no pagaba una sola libra de seguro medico: pagaba un arancel de 40.000 (cuarenta mil) libras anuales de Universidad, la cual cubría ingreso al sistema de salud, y aranceles de un "College", el cual proveía, entre otras cosas, alojamiento y comida a precio muy bajo. El PPARC aseguraba gastos para viaje de campaña en caso de ser necesario, un congreso internacional por año y una escuela de posgrado durante la duración del doctorado. Sigo sumando: el instituto proveía de todo artículo de librería necesario (no quiero entrar en detalles porque sería comparar estándares de vida en distintos países). En resumen, puedo asegurar que estaban dadas las condiciones para "Solo preocuparse en hacer una buena Tesis".
El tema de la antigüedad laboral tampoco existe para los becarios de RU. Pero una vez finalizada su Tesis, el investigador del RU recibe un sueldo nominal, sin depender de innumerables adicionales (no)remunerativos y/o (no)bonificables de los cuales la "antigüedad" juega un rol importante. El becario argentino que mira a futuro con ganas de quedarse en el país, le preocupa esto entonces.
Creo que las condiciones de los becarios del Conicet han mejorado (hace 15 años las becas no permitían salir del país, ni siquiera para tomar datos necesarios para llevar adelante el tema propuesto de la Tesis) pero no puede con ello ignorarse lo que resta mejorar. A los que les gusta compararnos con "el resto del mundo" recuerden que la gratuidad de la Universidad Nacional en Argentina le ahorra al Conicet una buena cantidad de dinero comparado con lo que le cuesta un becario a los consejos de ciencia de otros países. Bien podría destinar una mínima parte de ello en proveerle algo esencial como una cobertura médica básica.
Guillermo Bosch Investigador Conicet IALP (UNLP-Conicet)
Publicado por: Guillermo
Abril 15, 2008 3:26 PM

Mi nombre es Mario, estudio en la UBA, no soy ni joven (o si?)tengo 39, y haciendo la ultima materia para la licenciatura en Cs. Antropológicas. Tampoco soy becario del CONICET. No puedo por una cuestión de "edad" (discriminación?)ahhh...quien me mandó a estudiar tan tarde? los ideales, esos que motorizan la vida de cualquier ser humano, bueno eso leí por ahí...o sea, imaginen que hace una persona de 30 y tantos, que no puede acceder a becas, que si hace algo, al igual que los jóvenes precarizados, es ad-honorem, y que a su vez son limitadas las posibilidades de trabajar,en su área, ya por una cuestión de "mercado", fuera del área para la cual estudia. Hoy no tengo laburo, no sé si seguir o no seguir con la carrera, las posibilidades de trabajar en el área son pocas, depende mas de las acrobacias del azar que de sí en verdad tengo al menos la posibilidad de hacerlo, en igualdad de condiciones que otros. No es cuestión sólo de precarizado o no precarizado, ideal o real, lo cierto es que tengamos el status que tengamos, hay que "parar la olla en casa", los debates sobre ciencia pura o ciencia no pura, ya esta, todos sabemos que la ciencia, sea formal o láctica, no es neutral, en la realidad la ciencia no tiene carácter subjetivo, en esos términos no existe, si existen personas que hacen cosas con las ciencias, entonces me parece que hay que discutir primero que es lo que queremos hacer, cada uno desde su área de estudio, atendiendo a un marco interdisciplinario, que queremos hacer con la ciencia, como científicos, estudiantes, becarios, desocupados, etc. etc. etc.Bienvenido que existe el CONICET, bien que cumpla 50, pero para otros 50, así no puede seguir. Ahora... somos científicos queremos trabajar... TODOS.
Publicado por: Mario Abril 15, 2008 3:29 PM

Una carta abierta al macho alfa del CONICET Dr. Alfredo Castro Vázquez...
Yo hace mucho estuve allí….Leemos de la pagina web de los Jóvenes Científicos Precarizados Peleamos por:
- Reglamentación de un nuevo régimen para los actuales becarios de investigación que otorgue plenos derechos laborales (vacaciones, obra social, aportes jubilatorios, aguinaldo, salario familiar, licencias por enfermedad y maternidad, etc).
- Recomposición del ingreso mensual para las distintas categorías de becas de investigación científica tomando como referencia un monto no menor a $3500.
Leyendo estos principios uno no puede estar mas de acuerdo y estar con ellos .Siempre ser becario fue como un test de iniciación mas parecido a uno de una tribu caníbal que a una institución democrática y moderna. No me parece que estén pidiendo nada extraordinario sobretodo si se les exige trabajo Full Time y que rindan como si fueran investigadores principales.Que se les pague en negro me parece patético si encima los que han pasado los tormentos de la iniciación les dan la espalda parece demasiado cruel. Si somos más solidarios con los que recién empiezan todo esto estimularía a muchos a seguir carreras científicas, No sé muchos dirán que estoy equivocado pero a mí por lo menos nunca me gusto la tortura tanto física como mental ni la dominación al cuete ( sí por lo menos estaría uno cubierto si se enferma o se embaraza con un buen sueldo todo seria más sencillo y para que quede claro lo que hacen muchos jefes es eso tortura). Ya el Dr. Carl Sagan criticaba esta actitud de pagar mal a los docentes y becarios y se quejaba que muchos talentos no hacían doctorados ya que preferían irse a la industria antes de terminar su formación académica… Son muy pocos los que terminan los cursos regulares y hacen un doctorado…) . Si esto es cierto ¿no seria mejor empezar a cambiar nuestras actitudes y no copiar lo peor sino lo mejor de los que realmente hace años, que se miden en muchas décadas, hacen ciencia y no copian como nosotros?… O sea no es excusa que el primer mundo trate mal a los becarios …Con este régimen no me extraña que muchos talentos abandonen la ciencia y se dediquen a practicar homeopatía o a manejar taxis. Parece que aquel que aguanta puede pasar a la próxima fase la fase de ser un igual ( nadie dice que son iguales intelectualmente sino socialmente no es un buen ejemplo el que dan los jefes al no defender a sus becarios tratándolos de desubicados y que tiene que soportar lo que ellos han soportado como sí fuera un dogma inmutable parecido al celibato religioso … parece que la jerarquía dominante primate es lo que prima en el CONICET … No sé …sí uno no tiene problemas económicos me parece que puede pensar mejor… empecemos a respetar a los que un futuro serán colegas o peor para algunos investigadores de primera …sus futuros jefes…
PD:comento algo para que no me acusen de descolgado cuando fui “becado” por el INTA con la promesa nunca cumplida que si hacia lo que ellos me decían algún día seria premiado con un trabajo fijo en esta institución veía todos los días estas injusticias que denuncian los becarios precarizados mientras los jefes eran becados en instituciones académicas de prestigio en el extranjero desde Cornell hasta Cambridge pasando por Oxford con todos los gastos pagos se les depositaba el sueldo de trabajadores del INTA todos los meses y se les seguía pagando sus jubilaciones y derechos sociales ya que si bien eran becados para hacer sus doctorados seguían con sus puestos de trabajo en el INTA. Luego volvían formados se les asignaban nuevos departamentos e institutos de investigación de acuerdo a sus títulos obtenidos en el extranjero y con sus sueldos intactos en sus cuentas bancarias podían dirigir sus propios becarios. Ahora si, nosotros debíamos trabajar gratis para que ellos publicaran sin trabajar sus trabajos ya que debíamos pagar el derecho de piso que ellos jamás pagaron. Yo siempre les recordaba que la Asamblea del Año 13 del siglo XIX había abolido la esclavitud … Nunca lamentablemente tuve respuesta ni entendieron mis sarcasmos….
Dr. Pablo Fernández Medico Veterinario. Ex docente y ex becario precarizado hace mucho…
ciencia-en-peligro.blogspot.com

¿Está paralizado el Plan Federal de Infraestructura para la Ciencia y Tecnología 2008-11)?

Hace ya mas de un año (más precisamente el 28 de febrero de 2008 ) la Sra. Presidente
anunciaba con bombos y platillos el lanzamiento del Plan de construcción de edificios para centros de investigación científica y para los administrativos (Bodegas Giol).
Se trataba de una inversión de más de 450.000.000 de pesos, que posibilitaría la construcción de 137.650 metros cuadrados durante el período 2008-2011.
Ya ha transcurrido mas de un año desde aquel anuncio y en numerosos de los edificios proyectados no se ha realizado avance alguno.
Si bien la inversión en el primer año iba a ser menor y luego ésta iría creciendo hasta alcanzar el 3er. y 4º. Año, nos han informado que no hubo desembolso de Tesorería durante el 2008.
En apariencias, el primer año (2008) ya está perdido y salvo quejas de los vecinos de las Bodegas Giol temerosos que los administrativos o burócratas que habrán de trabajar en los nuevos edificios del MINCyT, y Conicet, etc., estacionen con sus autos en las cuadras cercanas al complejo, complicando aún mas el estacionamiento restringido en el área ( a raiz de la escasa cantidad de cocheras previstas en la futura obra), no hemos podido obtener mayores noticias al respecto.
Lo que si se parece cada vez mas a una certeza es que, con el avance creciente de la crisis económica mundial y a nivel local, es casi imposible que la Sra. Presidente pueda inaugurar obra alguna antes del 25 de mayo del 2010, o sea para el Bicentenario de la Argentina.

LA SITUACIÓN DE LOS BECARIOS EN EL SISTEMA CIENTÍFICO

Por Josefina Oliva

“Definimos nuestro trabajo como un traba­jo precarizado. En el sentido de que no tenemos estabilidad en las condiciones de contratación y no gozamos de los beneficios de los que goza un trabajador porque no somos considerados trabajadores”, sintetiza Mariana Relli, que tiene una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y que forma parte de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), un grupo que se formó en 2005 con expresiones en diferentes lugares del país y que plantea un desacuerdo con la figura de “becario”.
Relli se refiere a la relación desequi­librada entre las exigencias que se le atribuyen al denominado “becario”, por un lado, y los “estipendios” y la ausencia de beneficios sociales, por el otro. A eso se suma la forma “de embudo” que adop­ta el sistema. “El cuello de botella que hoy por hoy existe, en dos o tres años va a ser peor todavía porque no está agrandándose en la misma cantidad el ingreso a la carrera de in­vestigador con relación al número de becas”.
Las condiciones del “becario” varían según el organismo al que corresponda, ya sea el CONICET, la Comisión de Inves­tigaciones Científicas (CIC) de la Provin­cia de Buenos Aires, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, la Universidad (tratándose a un nivel local, diferentes universidades del país tienen sus propios sistemas de becas) u otros organismos estatales o privados. Pero, en general, no percibe un sueldo sino un “es­tipendio”. Así lo afirma Constanza Rivero, coordinadora de becas del CONICET: “La beca es un estipendio, que se paga para realizar un plan de trabajo y se le da al becario para que realice su doctorado o un trabajo posdoctoral. No es un trabajo en relación de dependencia y por lo tanto no tiene aportes jubilatorios, ni li­cencias ni antigüedad”.
De allí se desprenden las otras ca­racterísticas que hacen al “ser becario”, y que se generalizan, debido a que el CO­NICET es hoy el organismo que marca las tendencias.
Nada por aquí, algo por allá
En 2006 la UNLP dispuso una alterna­tiva a través de la cual los becarios hoy gozan de todos los “beneficios” que prevé el derecho laboral. “Cuando uno va a bus­car el recibo de sueldo, tiene que ir a buscar medio a la facultad y medio a la Presidencia. El que sale por Presidencia simula un cargo que uno no tiene, una dedicación simple. A través de ella se hacen los aportes, te dan IOMA, todo lo que la beca no te da. Entonces es un sueldo en gris, una parte está blanqueada y la otra lle­ga a tu cuenta no sabés bien cómo”, explica Tomás Bover, quien tiene desde este año una beca de la UNLP. El problema, según manifiesta, es que los beneficios sociales se hacen con relación a ese cargo de Ayu­dante Diplomado con Dedicación Simple, por lo cual son aportes pequeños, ya que se trata de un porcentaje proporcional. Además, el “estipendio” que reciben los “becarios” de la UNLP representa el más bajo si se compara con el de CONICET o el de la CIC. Recientemente la UNLP anunció una suba en sus tres tipos de be­cas, Iniciación, Perfeccionamiento y For­mación Superior, de 1450 a 1650; de 1600 a 1850; de 1750 a 2050 respectivamente.
En el caso de la CIC la beca inicial es, desde hace muy pocos meses, de 2000 pesos, y la instancia siguiente tiene un estipendio de 2200. Por otra parte, en agosto pasado se firmó un convenio a través del cual todos los “becarios”que no tengan obra social (“muchos cuentan con ella porque tienen algún cargo docente”, explica José María Ochoa, director de
Planificación y Coordinación Científica y Tecnológica de la CIC), tendrán IOMA. Al cierre de esta edición esa medida aún no se había cumplimentado. Según afirman, los tiempos del organismo pro­vincial “son bastante lentos”.
En Agencia la obra social ni siquiera está contemplada. El CONICET, en cam­bio, asignó en 2003 un Adicional por Co­bertura Médico Asistencial de 80 pesos por persona, que asciende hasta 260 en caso de tener familia. Además, desde el año pasado, se contemplan 100 días en casos de maternidad, “que no es una licen­cia, es una autorización para no concurrir al lu­gar de trabajo”, advierte Rivero. Lo mismo ocurre con los días que se otorgan en los casos de accidentes. Y se ha logrado que se consideren 30 días de descanso anual: “no son vacaciones”, también se preocupa por aclarar la funcionaria del CONICET.
Aunque “la lucha de los becarios ha pro­ducido algunos cambios”, según palabras de Relli, parece que aún queda bastante tela por cortar.
Ley del embudo
En el CONICET, igual que en la UNLP, el período de becas tiene una duración de seis años, dividido en tres etapas de dos. A veces puede extender­se con pedidos de prórroga entre una y otra instancia. Pero ¿qué pasa cuando el “becario” finaliza ese lapso? ¿Existe una garantía por parte del Estado para rete­ner a los recursos humanos formados?
“En este momento estamos en proceso de hacer el llamado, que no es abierto a todo el sistema sino para centros propios asociados” contestó a Materia Pendiente Ochoa, de la CIC, donde se puede ser “beca­rio” hasta un máximo de cuatro años, pues sólo existen dos niveles de becas–bianuales– para graduados.

Legislar contra la precariedad
Jóvenes Científicos Precarizados (JCP) surgió en julio de 2005 en una asamblea a la que asistieron más de 120 becarios pertenecientes a diversas instituciones. Nuclea a los jóvenes que cuentan con becas de organismos de investigación científica de todo el país y luchan “por la mejora de las condiciones precarias en que desarrollamos nuestras actividades”. Uno de sus lemas centrales es: “Investigar es Trabajar”.
Después de varias discusiones en asambleas surgió un proyecto de ley que hoy espera ser tratado en el Congreso. En el mismo se plantean los objetivos fundamentales de JCP: la reglamentación de un régimen que les otorgue plenos derechos laborales (vacaciones, obra social, aportes jubilatorios y aguinaldo, entre otros) y “que no se nos considere más ´becarios´, queremos que nos llamen investigadores en formación y que nos apliquen un régimen laboral similar al de los residentes médicos”, expresa Gonzalo Marquez.
Ese cambio de denominación se basa en que el llamado investigador en formación “desarrolla sus tareas de investigación -lo cual constituye una actividad laboral- mientras completa su formación académica”. El proyecto plantea también que se trata de una reglamentación que legisla sobre todas las instituciones que becan, sean públicas o privadas.
Según expresó Martín Isturiz “el CONICET se basa en que la de ´becario´ es una figura utilizada a nivel internacional” para justificar esa noción que no contempla beneficios sociales. Por eso para él es un buen modelo el de “las residencias médicas, que son trabajos temporarios y sí cuentan con todos esos beneficios”. El problema de los “becarios”, argumenta, hay que resolverlo de esa forma y cambiar el término de “´becarios´ por ´investigadores en formación´. La medida que dispuso el CONICET para la obra social está bien, pero ese tipo de cosas hay que institucionalizarlas. Tienen que tener un régimen legal, porque si no termina siendo parte de la buena voluntad de una gestión. Después viene otra persona y lo modifica de un día para el otro”.
En su momento el proyecto pasó por las autoridades del CONICET y tuvo diferentes observaciones. Allí no se muestran muy convencidos: “Entiendo que tiene cosas que el CONICET ve a favor y cosas que no. Muchas de ellas se están incorporando de a poco a las reglamentaciones. Pero después hay otro tipo de cosas con las cuales no se está demasiado de acuerdo. Da para una discusión bastante larga”, respondió Constanza Rivero, coordinadora de becas de CONICET, a la consulta de Materia pendiente.
Hacía varios años que dicho orga­nismo provincial no abría el ingreso a la “carrera de investigador”. Volvió a ha­cerlo en el 2007 y la convocatoria fue más abierta que la actual. “Por eso yo me presenté, porque para este año yo ya no me podría haber presentado” cuenta Diego Gutiérrez quien está esperando el aviso para comenzar a cumplir sus funciones en la CIC. Mientras tanto, cuenta con una beca de la Agencia por medio de la cual no percibe obra social, ni se le con­templa la antigüedad, ni nada, y debe asegurar sus beneficios sociales por medio de un cargo docente.
La UNLP, por su parte, en el año 2005 propuso al Consejo Superior un progra­ma de Retención de Recursos Humanos que consistía en dar una mayor dedica­ción por unidad académica a aquellos becarios que habían cumplido cuatro años de beca y que obtuvieron un título de posgrado. “Esto tuvo dificultades en la implementación por una cuestión de recursos económicos”, explica Adriana Dertiano, Prosecretaria de Gestión en Ciencia y Técnica de la UNLP, por lo que el mis­mo sólo duró un año. Según afirma la funcionaria, “en estos momentos está en el área de la CICYT (Comisión de Investigacio­nes Científicas y Tecnológicas) para ver si se retoma”. Pero por ahora nadie asegura la retención. En palabras de Relli: “Si en esos seis años los becarios no pudieron acceder a un cargo en la universidad con una mayor dedicación, quedan igual que cuando empezaron”.
Desde el CONICET, en cambio, sos­tienen que “las posibilidades” una vez fi­nalizado el período de beca son varias: “pueden solicitar una posdoctoral, o el ingreso a alguna institución de Ciencia y Tecnología del país; pueden continuar su carrera docente, in­corporarse a una empresa privada o al sector privado de investigación, o pedir el ingreso a la carrera. No hay obligación de ninguna de las partes, ni del becario de solicitar el ingreso a la carrera o continuar con la beca que sigue, ni del CONICET en otorgárselo”, reafirma Rivero.
Pero el panorama no parece muy alentador. Para el investigador Martín Is­turiz –integrante del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnolo­gía– al aumentar el número de becas que expide el CONICET, muchos “becarios” quedarán en el camino, sin poder ingre­sar a la carrera científica. Eso, sumado a que existen muchas más instituciones ya sea estatales o privadas que otorgan becas, hace pensar: ¿qué va a pasar con ellos? ¿tendrán que irse al exterior?
Desde el organismo nacional asegu­ran que ese peligro es cada vez menor y ponen sobre la mesa el Plan Raíces (Red de Argentinos Investigadores y Científi­cos en el Exterior), ejecutado desde 2003 por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación, a partir del cual “se han re­patriado 360 investigadores”. Para Isturiz, el plan, “aunque bien intencionado, es insufi­ciente. A partir de 2003-2004, los ingresos de becarios al CONICET pasaron de 500 a 1500 por año, y los de investigadores de 150 a 500 por año”. Esta iniciativa “no fue acompaña­da por medidas a nivel nacional que permitan absorber recursos humanos una vez finaliza­das sus becas cuya duración máxima es de sie­te años”. En efecto, “con un ingreso anual de 1500 becarios y 500 investigadores, a partir de 2010 / 2011 van a empezar a quedar afuera del CONICET alrededor de 1000 becarios por año. ¿Qué pasará entonces?”.
“Ahora la mayoría de los que terminan sus doctorados están ingresando a carrera de inves­tigador en el CONICET y en otras instituciones”, responde Rivero. En ese sentido, desde el Departamento de Ingreso a Carrera del organismo nacional informaron que “de las 800 postulaciones para el último llamado a carrera entraron 400 personas”.
Estos números dan forma a un embu­do que desde el comienzo es restrictivo. “Qué tipo de carrera hicieron los becarios para poder llegar a ser becarios, esa es la primera restricción que se presenta”, resalta Bover.
La exigencia de varios requisitos desde un principio y sus puntajes correspon­dientes, más los reducidos cupos que se presentan en el camino para la carrera de investigador contribuyen “a un sistema alta­mente competitivo”. Así lo entiende Javier García, “becario” de la CIC, que también ve desde muy temprano la competencia en el sistema. “Que las publicaciones te den puntaje cuando ya te graduaste es una cosa, pero eso se cuenta desde que sos estudiante, y en ese momento no es tan fácil publicar”.
El cumplimiento del horario con una dedicación exclusiva, la presenta­ción de informes, las publicaciones, la asistencia a congresos, la docencia a través de un cargo simple, la elección del director adecuado, y el no cambiar el rumbo de la investigación sobre la marcha, son los requisitos para ser “un buen becario”. “Si no haces eso no sumás y tu seguridad laboral está en juego”, asegu­ran desde JCP. Lo más conveniente, agregan los investigadores en forma­ción, es atenerse a realizar las tareas pautadas, y no dedicarse por ejemplo a hacer actividades de extensión porque eso “quita tiempo”. Y menos participar en alguna reunión para hablar de “la si­tuación becaria”: según se dice en los pa­sillos, eso trae aparejado formar parte de “listas negras” que, a la hora de contar los puntos, resta.

Una pieza fundamental
“Los becarios son una parte muy impor­tante de todo el sistema. Su labor es muy im­portante, no solamente en su formación sino en el aporte que con ella hacen a los proyectos de investigación”, expresa el secretario de Ciencia y Técnica de la UNLP, Eitel Leo­poldo Peltzer y Blanca.
Al respecto, explica Gonzalo Mar­quez, “becario” de CONICET e integran­te de JCP: “somos los que terminamos sos­teniendo el sistema, porque si vos vas a los números que maneja el CONICET el 80% de su producción está dada por los becarios”.
De allí surge otro tema frecuente en estas discusiones: qué se produce, qué se investiga y para qué se investiga. Pre­guntas que, depende de qué disciplina se trate, se responderán de diferentes maneras. “A veces discutimos qué es lo que estamos haciendo, en qué estamos trabajando, cuál es el objetivo de nuestra investigación”, resalta Juliana Huergo, también “be­caria” de CONICET y miembro de JCP. “Para formar parte del sistema de CONICET tenés que seguir las reglas de evaluación, que están regidas por un sistema mundial. Por lo general, se hace investigación básica funcional que desarrollan los países subdesarrollados, para que los desarrollados después apliquen. No hay una política científica nacional”.
Hoy son muchos los investigadores en formación que muestran su descontento con la situación laboral más allá del grupo de JCP. “Hay que avanzar sobre estas discusio­nes fuera del marco de los becarios e involucrar más activamente a la comunidad académica. Es necesario que se den estos marcos de discusión, en definitiva son esos espacios en los que uno desarrolla su actividad y en los que se debería demostrar una actitud de acompañamiento en los reclamos”, argumenta Manuel Negrín, que cuenta con una beca de la CIC.
De todas formas, tanto Negrín como los demás “becarios”, advierten que entre los investigadores “hay de todo”. Están aquellos que se suman a los reclamos, sobre todo porque hace muy poco estu­vieron en ese lugar de precarización, y están los que se limitan a hacer su traba­jo y hasta confiesan a los investigadores en formación que tienen a cargo, que son su “mano de obra”.
En definitiva, la mayoría de los “beca­rios” asume que ellos terminan haciendo “el trabajo más pesado”, que si hay una nue­va línea de investigación son quienes co­mienzan a trabajarla, y que así y todo de­ben cumplir con los requisitos pautados.
Mientras tanto las diferentes denomi­naciones -investigadores en formación, trabajadores precarizados, “becarios”- si­guen sumando preguntas y no se termi­na de despejar esta zona gris .

Ni voto ¿ni voz?
Dado que no es un régimen con rel­ación de dependencia, los “becarios” no tienen derecho a agremiación. Y parece que tampoco tienen un lugar de opinión. Esto se ve sobre todo dentro del CONICET. Lo cierto es que en las diferentes institu­ciones el lugar al que pueden acceder los “becarios” es solamente para pedir in­formes.
Fuera de eso, según cuenta Juliana Huergo, de JCP, “el que ha invitado a charlar es el ministro Lino Barañao”. Con el titular del Ministerio de Ciencia, Tec­nología e Innovación Productiva tuvieron varias reuniones. La última fue hace más de tres meses, y “ahí quedó”. “Él invitó y han ido grupos de becarios pero de esas reuniones no sale nada en limpio. Como para que nos saquemos las ganas de ir y agotar esa instancia. Él dice que sí, que escucharía y bajaría los reclamos pero que lo tapan de más arriba”.
Trabajo en Gris
Hacen investigación pero no son considerados trabajadores. Reciben un pago por la labor realizada día a día, pero no se le puede llamar sueldo, y el empleador –que no es otro que el Estado– no cumple con los requisitos del “trabajo en blanco”. Con matices, el panorama es similar en el CONICET, la CIC y la UNLP. Aquí, la palabra de quienes están amontonados en la base de la pirámide del sistema científico y las explicaciones de los funcionarios que están arriba.
En la web: www.precarizados.com.ar

La visión oficial sobre las becas del CONICET

Si bien esta nota ya ha sido publicada tiempo atràs, nada de su filosofia ha cambiado.
La visión oficial sobre las becas del CONICET
19.08.05
Sistema de becas
Tengo el agrado de dirigirme a Uds. con el objeto de poner en vuestro conocimiento, en algunos casos, y recordar, en otros, las características que definen el sistema de becas del CONICET y la evolución de las condiciones para su desempeño durante los últimos años.El Decreto nº: 1661/96 establece el ordenamiento jurídico del CONICET y especifica en el artículo 24º que las “becas son estipendios que a título de promoción, sin implicancia alguna de relación de dependencia presente o futura, se abonan para la formación de postgrado, preferentemente de doctorado, o trabajos de postdoctorado en el país o en el extranjero”.El concepto que rige las becas del CONICET no es exclusivo de esta institución. Las experiencias internacionales se encuentran en la misma línea, al considerar que la actividad de los becarios está desprovista de relación laboral; el becario es un titulado universitario que adquiere una formación mediante la realización de una actividad solventada económicamente por la institución que concede la beca. Las tareas que realiza el becario no corresponden a una contraprestación de servicios por el importe económico de la beca, ni el objetivo de las mismas es que las instituciones que la otorgan se beneficien de su actividad. El estipendio de una beca es un premio al mérito de quien ha sido evaluado a través de una rigurosa selección, y su objetivo facilitar la formación académica y científica del beneficiario.El reglamento de becas vigente del CONICET, conocido por todos los aspirantes que se presentan a las becas de la institución, hace explícita estas condiciones en su artículo 1º, cuando se establece la definición de qué es una beca: “Se denominan Becas de Investigación Científica y Tecnológica a los estipendios que, a título de promoción y sin implicar relación de dependencia actual o futura se otorgan especialmente para posibilitar o completar la formación doctoral o para permitir la realización de trabajos de investigación postdoctorales”.La obtención de una beca del CONICET significa para los beneficiarios de las mismas:a) Cobrar un estipendio durante el período que dura la beca. Habitualmente son 5 años en total para las de postgrado y 2 años para las postdoctorales. El estipendio promedio en marzo del 2004 era de $ 714 para las becas de postgrado y $ 952,- para las post-doctorales. El estipendio fue incrementado considerablemente durante el último año. Con los últimos aumentos, a efectivizarse retroactivos a julio del 2005, los estipendios ascienden a $ 1.384,- para las primeras y $ 1.710,- para las segundas. El estipendio mínimo para un becario de postgrado que no tiene adicionales por zona se ubica en $1.220 y para un becario postdoctoral en iguales condiciones en $ 1.473,-. Mientras que aquellos becarios que cobran adicionales por zona pueden alcanzar estipendios máximos de $ 1.891,- para becas de postgrado y $ 2.445,- para becas postdoctorales.b) Adicionar a los estipendios los montos percibidos por una cátedra universitaria de dedicación simple en universidad pública o privada. Estos montos van desde $123,- en el caso de la Universidad Nacional de Buenos Aires, hasta $ 650,- en la Universidad Nacional de Quilmes.c) Percibir un adicional para cobertura médica y un adicional por familia a partir de la puesta en vigencia de la resolución de Directorio nº: 1573 del 2003. El adicional por cobertura médica contempla un incremento del estipendio de $ 60,- para el titular; $50,- por cónyuge; y $ 40,- por hijo. El adicional por familia incrementa el estipendio en un monto que oscila entre $30 y $120 por hijo, de acuerdo a una tabla que combina zona y otros indicadores. El CONICET ha realizado un significativo esfuerzo durante los últimos años en su políticas de becas para la formación de postgrado y postdoctoral. Entre el año 2003 y 2005 el número de becas otorgadas por la institución se triplicó, pasando de 500 becas anuales a más de 1.500. El número de becarios en el sistema CONICET reflejó ese incremento, al aumentar de 2001 becarios en el año 2003 a 3.858 en la actualidad. En el presupuesto de recursos humanos del CONICET el sistema de becas representa $ 51.997.000 anuales.En términos comparativos, un becario promedio del CONICET tiene un ingreso neto similar al ingreso de bolsillo de un profesor titular full time de Universidad Pública Nacional con una antigüedad de 10 años ($ 1.549,- bruto), y al promedio de un investigador asistente del CONICET ($ 1.855,- bruto), quienes acreditan antecedentes y trayectoria en la investigación y suelen desempeñarse como directores de su formación.El compromiso del becario reside en concluir satisfactoriamente los estudios de postgrado o postdoctorales en el tiempo estipulado. Su desempeño es evaluado por las comisiones disciplinarias a través de los informes de avance y finales donde exponen la evolución de sus estudios y los resultados obtenidos.Es nuestro deseo que la información aportada permita esclarecer a la comunidad, y especialmente a los becarios y sus directores, sobre la situación actual del sistema de becas en el CONICET, y con ello aportar los elementos de juicio necesarios para diferenciar otras realidades institucionales e interpretar adecuadamente discursos y acciones que pueden generar confusión en la opinión pública.
Mario Lattuada: Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos.
www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/2005/agosto/009.php - 16k

La situacion de los becarios del CONICET

Nunca como antes los becarios de iniciacion del CONICET han reclamado por derechos que no se les otorgan como en los ultimos dos años.
El CONICET considera que el monto que se les paga es un estipendio y no un salario, y que por lo tanto no les corresponden los derechos laborales de un empleado.
Por otro lado es cierto que si los becarios no hicieran ciertos trabajos de investigacion, el CONICET tendria que contratar a los recien graduados para hacerlos.
En el fondo al CONICET le resulta mas barato nombrar un becario que contratar a un licenciado. En Brasil los becarios del CNPQ gozan del servicio medico de la Universidad donde investigan, en cambio,en nuestro pais, salvo contadas excepciones,los becarios no estan afiliados gratuitamente a Obra Social alguna.
Por ahora pareciera que las diferencias entre los becarios agrupados en los "Precarizados"y las autoridades parecieran insalbables.
A continuacion habrè de reproducir lo que opinan las autoridades y los "Precarizados".

jueves, 5 de marzo de 2009

Se inicia un sumario a la Lic. Beatriz Calleja del CAICYT¿ Seguirá el mismo destino de todos los demás sumarios, ¿el cajón?

Es sabido que la Licenciada o Prof. Beatriz Calleja, Vicedirectora del CAICYT ( Centro Argentino de Información Cientifica y Tecnológica) en Saavedra 15 ha incurrido en mas de una oportunidad en maltrato laboral y se la acusa también de discriminación.
Una estudiante del ISFD Nº 35 de Monte Grande fue maltratada durante una visita de estudios por la Lic. Calleja, y la primera radicó una denuncia ante el INADI.
Los representantes de Saavedra 15 en la Comisión interna de ATE/CONICET presionaron y lograron que la Junta se expidiera y ahora se habria abierto en el CONICET un sumario en contra de la mencionada funcionaria. La pregunta que debemos hacernos es: si éste sumario, como al igual que muchos otros, que inicia el Directorio, será cajoneado, y luego usado por las autoridades para presionar a la Lic. Calleja y conseguir de ella “favores” .