El sábado pasado se divulgó la noticia que un juez ordenó el confisco de los salarios de 8 funcionarios de la Provincia de Buenos Aires (El presidente y directores del Instituto de Previsión Social de la provincia de Buenos Aires) por incumplir una sentencia, que había exigido el pago de haberes a una jubilada, estableciendo un confisco o multa de mil quinientos pesos por cada día de demora. Para ello el juez, consideró que los ciudadanos no tienen por qué pagar los incumplimientos de los funcionarios, y por ello dispuso el embargo de los sueldos de los correspondientes funcionarios para hacer efectiva tal medida.
Ya anteriormente se había sabido de un caso similar en La Plata donde el juez había ordenado el confisco de parte del salario de un alto funcionario platense hasta que este estuviera dispuesto a cumplir con la dictaminado por la justicia.
También los diarios han divulgado que se ha incrementado en forma considerable la cantidad de juicios contra el ANSES por el atraso de las jubilaciones. La alta judicialidad en los últimos años del ANSES también tuvo que ver con la falta de liquidación de sentencias en tiempo y forma por parte de la Anses y la Cancillería. O sea el juez ordena el pago del haber jubilatorio incrementado y su retroactivo, y el ANSES mira para otro lado.
Pues como era de esperar, el CONICET no se aparta de esa tendencia perversa, que consiste en hacer el distraído e incumplir con las resoluciones de la justicia.
Tal fue el caso de un empleado de SINAPA, que después de esperar desde el año 1991, logró que la justicia laboral le otorgara el cargo que le correspondía (sino no estoy mal informado un D10, ya que había sido colocado injustamente en un E10).
Este señor, de nombre Pascuale Nistica, ganó su juicio ya hace varios años, pero el CONICET, a pesar de haber recibido varias intimaciones del abogado y del juez para que se efectivizara el pago, una cifra cercana a los $ 50.000 como pago retroactivo acumulados a lo largo de los años, decidió hacer oídos sordos y así se llegó hasta el segundo semestre del 2009, en que el juez ordenó el confisco de un porcentual del salario de la Jefa de personal del CONICET como multa por incumplir con la decisión de la justicia.
El caso, a raíz de su parálisis burocrática, impuesta caprichosamente por el Director del Servicio Jurídico Dr. Hugo Álvarez Saez, el Gerente de Rec. Humanos del CONICET, Ing. Alberto Arleo y la Lic. Patricia Qunitela (A/C) llegó a ser tratado por el jefe máximo del SINEP, y luego de muchas idas y venidas, comenzó a resolverse cuando los burócratas vieron que todos los meses les desaparecía parte de su salario y esa suma era trasladada al recibo del afectado.
Así que, estimado empleado del CONICET, sepa cual es la única arma que le queda para hacer valer sus derechos laborales:
¡Tóquele el bolsillo al burócrata que lo esté forreando en forma fría y calculada! .
Ya anteriormente se había sabido de un caso similar en La Plata donde el juez había ordenado el confisco de parte del salario de un alto funcionario platense hasta que este estuviera dispuesto a cumplir con la dictaminado por la justicia.
También los diarios han divulgado que se ha incrementado en forma considerable la cantidad de juicios contra el ANSES por el atraso de las jubilaciones. La alta judicialidad en los últimos años del ANSES también tuvo que ver con la falta de liquidación de sentencias en tiempo y forma por parte de la Anses y la Cancillería. O sea el juez ordena el pago del haber jubilatorio incrementado y su retroactivo, y el ANSES mira para otro lado.
Pues como era de esperar, el CONICET no se aparta de esa tendencia perversa, que consiste en hacer el distraído e incumplir con las resoluciones de la justicia.
Tal fue el caso de un empleado de SINAPA, que después de esperar desde el año 1991, logró que la justicia laboral le otorgara el cargo que le correspondía (sino no estoy mal informado un D10, ya que había sido colocado injustamente en un E10).
Este señor, de nombre Pascuale Nistica, ganó su juicio ya hace varios años, pero el CONICET, a pesar de haber recibido varias intimaciones del abogado y del juez para que se efectivizara el pago, una cifra cercana a los $ 50.000 como pago retroactivo acumulados a lo largo de los años, decidió hacer oídos sordos y así se llegó hasta el segundo semestre del 2009, en que el juez ordenó el confisco de un porcentual del salario de la Jefa de personal del CONICET como multa por incumplir con la decisión de la justicia.
El caso, a raíz de su parálisis burocrática, impuesta caprichosamente por el Director del Servicio Jurídico Dr. Hugo Álvarez Saez, el Gerente de Rec. Humanos del CONICET, Ing. Alberto Arleo y la Lic. Patricia Qunitela (A/C) llegó a ser tratado por el jefe máximo del SINEP, y luego de muchas idas y venidas, comenzó a resolverse cuando los burócratas vieron que todos los meses les desaparecía parte de su salario y esa suma era trasladada al recibo del afectado.
Así que, estimado empleado del CONICET, sepa cual es la única arma que le queda para hacer valer sus derechos laborales:
¡Tóquele el bolsillo al burócrata que lo esté forreando en forma fría y calculada! .
2 comentarios:
jajajajajajajajajajajajajjajajaja
que disparateeeeeeeeeeeeeee
Che, Atrio, ¿por qué no decís cuanto ganan vos y tu minita?
¿Por qué no decís cuánto ganan los sirvientes de Albornoz en Caicyt?
¿Te pagaron algo por pegarle siempre a Arleo?
Bartleby
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