Sabemos que la designación de la historiadora Dra. Noemí María Girbal como Vicepresidente de Asuntos Científicos del CONICET (Resolución 914/08, 5 de mayo del 2008) ha caído muy mal entre numerosos investigadores de jerarquía y de disciplinas muy diversas, con quienes estoy en contacto, no por que se trate de una historiadora, sino por el perfil personal y político de la misma.
La Dra. Girbal es Profesora y Doctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata, Investigadora Superior y miembro del Directorio del CONICET e integrante de la Comisión de Cs. Sociales del CONICET siendo su especialidad la historia agraria de nuestro pais.
La visión que ella posee de las demás ciencias es muy reducida y sin dudas le costará mucho poder reemplazar la visión más amplia que poseía su antecesor en el cargo, el Dr. Farias, quien si bien no tuvo un óptimo desempeño en su puesto, al menos no cosechó serias críticas a su gestión.
La Dra. Girbal ha sido reiteradamente acusada de sus vínculos con anteriores gobiernos militares, algo que trató de ser disimulado el año anterior, por el Dr. Charreau, cuando durante un homenaje a los empleados desaparecidos en el CONICET, ella se convirtió en la principal oradora. Su anodino y extenso discurso, sobre los luctuosos hechos, impidieron que los familiares de los desaparecidos presentes pronunciaran palabras alusivas sobre sus seres queridos. Los presentes, entre ellos, el ex Ministro de Educación y Ciencias, Dr. Filmus, tuvieron que aguantar estoicamente un deslucido, aburrido y nada sincero discurso, que no constituyó un adecuado homenaje a los desaparecidos.
La decisión del Directorio de votar a la Dra. Girbal en reemplazo de Farias, es sin dudas una decisión desafortunada, quizás para remediar parcialmente la polémica suscitada por un discurso del flamante Ministro Barañao con respecto a las ciencias duras y blandas.
Si la Dra. Girbal es lo mejor que posee el CONICET para el puesto de Vicepresidente de Asuntos Científicos mas allá de un problema de género, debemos entonces estar seriamente preocupados.
Si la designación del Directorio fue sólo para imponer alguno de su confianza y de su círculo político en el entorno de la Dra. Marta Rovira, más criticable aún.
Una amiga mía, muy suspicaz, me decía,”Quizás la designaron para ocupar la Vicepresidencia para despertar en la Presidente Cristina Kirchner alguna simpatía hacia el dúo (con la Dra. M. Rovira) y sacar provecho de su afinidad de género”.La historia lo dirá.
La Dra. Girbal es Profesora y Doctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata, Investigadora Superior y miembro del Directorio del CONICET e integrante de la Comisión de Cs. Sociales del CONICET siendo su especialidad la historia agraria de nuestro pais.
La visión que ella posee de las demás ciencias es muy reducida y sin dudas le costará mucho poder reemplazar la visión más amplia que poseía su antecesor en el cargo, el Dr. Farias, quien si bien no tuvo un óptimo desempeño en su puesto, al menos no cosechó serias críticas a su gestión.
La Dra. Girbal ha sido reiteradamente acusada de sus vínculos con anteriores gobiernos militares, algo que trató de ser disimulado el año anterior, por el Dr. Charreau, cuando durante un homenaje a los empleados desaparecidos en el CONICET, ella se convirtió en la principal oradora. Su anodino y extenso discurso, sobre los luctuosos hechos, impidieron que los familiares de los desaparecidos presentes pronunciaran palabras alusivas sobre sus seres queridos. Los presentes, entre ellos, el ex Ministro de Educación y Ciencias, Dr. Filmus, tuvieron que aguantar estoicamente un deslucido, aburrido y nada sincero discurso, que no constituyó un adecuado homenaje a los desaparecidos.
La decisión del Directorio de votar a la Dra. Girbal en reemplazo de Farias, es sin dudas una decisión desafortunada, quizás para remediar parcialmente la polémica suscitada por un discurso del flamante Ministro Barañao con respecto a las ciencias duras y blandas.
Si la Dra. Girbal es lo mejor que posee el CONICET para el puesto de Vicepresidente de Asuntos Científicos mas allá de un problema de género, debemos entonces estar seriamente preocupados.
Si la designación del Directorio fue sólo para imponer alguno de su confianza y de su círculo político en el entorno de la Dra. Marta Rovira, más criticable aún.
Una amiga mía, muy suspicaz, me decía,”Quizás la designaron para ocupar la Vicepresidencia para despertar en la Presidente Cristina Kirchner alguna simpatía hacia el dúo (con la Dra. M. Rovira) y sacar provecho de su afinidad de género”.La historia lo dirá.
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