viernes, 16 de mayo de 2008

La Postergación del CONICET

La Presidenta del CONICET Dra. Marta Rovira ha sorprendido recientemente con un masivo plan de minisubsidios destinados a los Investigadores de Carrera del organismo que preside.¿Qué significan estos subsidios? ¿Acaso un Proyecto de desarrollo de la ciencia o más bien una suerte de sobresueldos destinados a impedir el justo reclamo por mayores salarios, devorados estos últimos por la inflación?Efectivamente, el plan de subsidios no puede encarar los males endémicos del organismo, que no pasan por su régimen financiero sino por su estructura de poder. La Dra. Rovira no ha destinado una sola palabra para referirse a este crucial problema que viene lastimando desde hace décadas la productividad y la excelencia de la ciencia argentina.Es decir, para la Dra. Rovira la estructura científica es un aparato burocrático al que hay que inyectar periódicamente de nuevos y masivos insumos monetarios, para con ellos callar la protesta y ahogar los reclamos. Efectivamente, para la Dra. Rovira el científico argentino es un burócrata que recibe órdenes y circula mustio por los andariveles de la administración pública. A la Dra. Rovira no se le ocurre que debe oxigenar las filas de los investigadores con mayores niveles de participación en las decisiones y la planificación del organismo.En efecto, pareciera ser que para la Dra. Rovira el Decreto 1661/96 que regula la estructura de poder del CONICET, es un documento irreprochable que no merece ser discutido ni retocado por nadie.En conclusión la elección de la Dra. Rovira como Presidente del CONICET viene entonces a imponer una mortaja de plomo a las justas reivindicaciones democráticas de la comunidad científica argentina.
Autor: Eduardo R. Saguier: Investigador Independiente
Resumen de Pol-cien, Vol 58, Envío 13
Message: 2Date: Sun, 11 May 2008 22:10:54 -0300From: "Eduardo R. Saguier" <
saguiere@ssdnet.com.ar>Subject: [Polcien] La Postergación del CONICETTo: <pol-cien@ccc.uba.ar>

1 comentario:

Anónimo dijo...

Disculpe Dr. Saguier que esta vez difiera con su pensamiento. No soy pariente ni protegido de la Dra Rovira, ni siqquiera me conoce aunque provenmos de la misma "Casa de Estudos Universitarios", pero intuitivamente, por su expresión facial firme pero preocupada frente a las cámaras de TV, su desempeño científico y reconocimiento internacional, me hacen confiar en su conducción del CONICET. No olvidemos que diplomacia no significa ausencia de deseo de cambiar o mejorar, atropellando no llega a ningún lugar. La idea es sin prisa pero sin pausa.