El CERIDE (Centro Regional de Investigación y Desarrollo) era uno de los Centros Regionales más importantes del País al Servicio de la Investigación, la Educación y la Producción. -Santa Fe – Argentina, según lo definía el propio CONICET.
Con es nombre se hizo conocer durante décadas, sin embargo ahora se denomina
Centro Científico Tecnológico (CCT) de Santa Fé y constituye una Unidad de Administración Territorial encargándose de administrar los subsidios de las siguientes unidades Ejecutoras: IMAL, INALI, INCAPE, INGAR, INLAIN , INTEC.
Durante varios años las finanzas del CERIDE las administró el Tesorero del Centro y él era el único con firma registrada en los bancos.
En tanto en las restantes Unidades Ejecutoras la firma registrada ante el banco es generalmente la del Director de la UE y la de algún otro empleado de menor jerarquía, en este caso, la Unidad de Auditoria Interna del CONICET, año tras año (2001,2002, 2003), y también en la década previa, no detectó, al igual que el resto de las autoridades de Tesorería del CONICET, que la firma única del Tesorero constituía un peligro potencial
Presuntos implicados
Entre los implicados en primera instancia en la estafa se encontraban los siguientes empleados del CONICET:
Dante Yribas, Tesorero
Néstor Perticarari, Director del CERIDE
Oscar A. Comba, Contador
Ester N. Novello, empleada de la Tesorería
Julio A. Luna, Investigador Principal del CONICET, ex Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación
Acusación:
Se los acusó de infringir los artículos Arts. 261 y 262 del C.P.”, (N° 780/06 del Juzgado Federal N° 1 de la ciudad de Santa Fe, Secretaría en lo Penal) (malversación culposa).
Monto de dinero faltante
Según pudo tardíamente establecer una auditoria llevada a cabo a posteriori, desde enero del 2001 a Marzo del 2003, la suma faltante de dos cuentas bancarias fue cercana a los $ 220.000, pero los fondos que se sustrajeron fueron cercanos a $ 990.000 y se depositaron, procedentes de fondos desconocidos y para ocultar temporariamente las extracciones ilegales, una suma superior a los $ 700.000.
Cómo se ejecutó la estafa
Durante el Sumario” Expte 1088/03- del CONICET surgió que” Yribas era el Tesorero del CERIDE (y no quienes se desempeñaron como directores del organismo), “quien en ese carácter tenía el absoluto control de las cuentas de cajas de ahorro y de la cuenta corriente pagadora del CERIDE poseía los conocimientos necesarios para urdir toda la trama necesaria
para satisfacer sus fines defraudatorios, es decir no sólo conocía profundamente el movimiento bancario de las cuentas del CERIDE y de los investigadores que integraban los Institutos del mismo, sino que conocía el movimiento bancario desde dentro, conocimiento que le permitían perfeccionar aun más la maniobra y el anonimato que se mantuvo respecto a ello”.
Desorden administrativo y contable
Lo que da la pauta del desorden administrativo del CONICET es el siguiente párrafo extraído del sumario:
En tal sentido el instructor designado en el sumario destacó que…”los hechos indican que Yribas era el Tesorero del CERIDE, que se admitía desde mucho tiempo antes (1989/90), la existencia de cajas de ahorro por cada investigador o Instituto, y una sola cuenta pagadora, que además de mediados de la década del 90 se autorizó al Tesorero, en este caso Yribas, a extraer dinero de las cajas de ahorro con su sola firma, y que estas cajas de ahorro (proyectos y subsidios a investigadores), se abrían automáticamente en cuanto llegaba el subsidio solicitado, y que en definitiva con toda esta estructura, el dinero de las cuentas de ahorro, quedaba a entera disposición del que fuera Tesorero, pudiendo disponer del mismo a su antojo, con la simple actividad de fraguar el estado de las cuentas que en un soporte papel se elevaban a los superiores. Que el hecho de que los fondos depositados en cuentas de ahorro quedaran a disposición de una sola persona que con su firma podía disponer de los mismos, nunca fue advertido por la Unidad Auditoria Interna, y que si fue advertido nunca fue señalado, ni a las autoridades del CERIDE, ni del organismo, en las distintas oportunidades que se hicieron Auditorias…” (fs. 526/527).
Hay que destacar que no se mencionan cuándo las mencionadas auditorias tuvieron lugar, quiénes las ejecutaron y qué descubrieron., si es que las Auditorias tuvieron lugar.
Tampoco se menciona, en la información que disponemos, si se llamó a declarar al Auditor Interno, de la sede central, durante ese período.
El Director del CERIDE, Lic. Néstor Perticarari nunca se enteró de nada, jamás escuchó una queja y tampoco habría reclamado por el tema de la firma única.
Según se desprende del mencionado Sumario el Lic. Perticarari habría sido hábilmente engañado por Yribas y por Comba, pero uno se pregunta cómo es que Perticarari jamás escuchó queja alguna de los 500 empleados del CONICET respecto de su Tesorero. Nadie se le quejó que los fondos no llegaran a los destinatarios durante 27 meses, o no fueran canalizados hacia los investigadores a quienes les habían otorgado los subsidios. Sólo cuando los empleados de una guardería del CERIDE se quejaron en contra del Tesorero, hizo una denuncia al CONICET.
El rol de Luna
El Dr.Luna había sido Director del CERIDE, posteriormente ocupó el cargo de Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación, y al momento de desfalco ocupaba el cargo de Presidente de la Fundación Vintec (Fundación para la Promoción y el Desarrollo Tecnológico del Litoral), siendo su Tesorero el que era Director del CERIDE, el Lic. Perticarari (http://www.vintec.org.ar/contacto.htm#1)..
Por otro lado aparece en el juicio una industria local denominada “Jalisco S.A.” dedicada a varios rubros (entre otros ropa de cuero) y en la que era propietario Luna y trabajaban también los otros dos implicados, el principal involucrado Yribas y su colaborador Comba. La existencia de importante cantidad de cheques (siete) con las firmas presuntamente apócrifas de Luna y librados a nombre de Iribas, complica aún mas la interpretación de lo ocurrido.
La Fundación Vintec tiene su oficina al lado de la Tesoreria del CERIDE
Cual fue el rol de la Fundación VINTEC en este escándalo, cuya oficina es colindante a la Tesorería, es imposible saberlo, ya que alegando que la Inspección General de Justicia es la única que puede auditarlo, no abrieron sus puertas al CONICET para que fueran investigados.
A su vez la Fundación VINTEC, es una Unidad de Vinculación Tecnológcia (UVT) y administra en ese carácter fondos estatales.
Con es nombre se hizo conocer durante décadas, sin embargo ahora se denomina
Centro Científico Tecnológico (CCT) de Santa Fé y constituye una Unidad de Administración Territorial encargándose de administrar los subsidios de las siguientes unidades Ejecutoras: IMAL, INALI, INCAPE, INGAR, INLAIN , INTEC.
Durante varios años las finanzas del CERIDE las administró el Tesorero del Centro y él era el único con firma registrada en los bancos.
En tanto en las restantes Unidades Ejecutoras la firma registrada ante el banco es generalmente la del Director de la UE y la de algún otro empleado de menor jerarquía, en este caso, la Unidad de Auditoria Interna del CONICET, año tras año (2001,2002, 2003), y también en la década previa, no detectó, al igual que el resto de las autoridades de Tesorería del CONICET, que la firma única del Tesorero constituía un peligro potencial
Presuntos implicados
Entre los implicados en primera instancia en la estafa se encontraban los siguientes empleados del CONICET:
Dante Yribas, Tesorero
Néstor Perticarari, Director del CERIDE
Oscar A. Comba, Contador
Ester N. Novello, empleada de la Tesorería
Julio A. Luna, Investigador Principal del CONICET, ex Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación
Acusación:
Se los acusó de infringir los artículos Arts. 261 y 262 del C.P.”, (N° 780/06 del Juzgado Federal N° 1 de la ciudad de Santa Fe, Secretaría en lo Penal) (malversación culposa).
Monto de dinero faltante
Según pudo tardíamente establecer una auditoria llevada a cabo a posteriori, desde enero del 2001 a Marzo del 2003, la suma faltante de dos cuentas bancarias fue cercana a los $ 220.000, pero los fondos que se sustrajeron fueron cercanos a $ 990.000 y se depositaron, procedentes de fondos desconocidos y para ocultar temporariamente las extracciones ilegales, una suma superior a los $ 700.000.
Cómo se ejecutó la estafa
Durante el Sumario” Expte 1088/03- del CONICET surgió que” Yribas era el Tesorero del CERIDE (y no quienes se desempeñaron como directores del organismo), “quien en ese carácter tenía el absoluto control de las cuentas de cajas de ahorro y de la cuenta corriente pagadora del CERIDE poseía los conocimientos necesarios para urdir toda la trama necesaria
para satisfacer sus fines defraudatorios, es decir no sólo conocía profundamente el movimiento bancario de las cuentas del CERIDE y de los investigadores que integraban los Institutos del mismo, sino que conocía el movimiento bancario desde dentro, conocimiento que le permitían perfeccionar aun más la maniobra y el anonimato que se mantuvo respecto a ello”.
Desorden administrativo y contable
Lo que da la pauta del desorden administrativo del CONICET es el siguiente párrafo extraído del sumario:
En tal sentido el instructor designado en el sumario destacó que…”los hechos indican que Yribas era el Tesorero del CERIDE, que se admitía desde mucho tiempo antes (1989/90), la existencia de cajas de ahorro por cada investigador o Instituto, y una sola cuenta pagadora, que además de mediados de la década del 90 se autorizó al Tesorero, en este caso Yribas, a extraer dinero de las cajas de ahorro con su sola firma, y que estas cajas de ahorro (proyectos y subsidios a investigadores), se abrían automáticamente en cuanto llegaba el subsidio solicitado, y que en definitiva con toda esta estructura, el dinero de las cuentas de ahorro, quedaba a entera disposición del que fuera Tesorero, pudiendo disponer del mismo a su antojo, con la simple actividad de fraguar el estado de las cuentas que en un soporte papel se elevaban a los superiores. Que el hecho de que los fondos depositados en cuentas de ahorro quedaran a disposición de una sola persona que con su firma podía disponer de los mismos, nunca fue advertido por la Unidad Auditoria Interna, y que si fue advertido nunca fue señalado, ni a las autoridades del CERIDE, ni del organismo, en las distintas oportunidades que se hicieron Auditorias…” (fs. 526/527).
Hay que destacar que no se mencionan cuándo las mencionadas auditorias tuvieron lugar, quiénes las ejecutaron y qué descubrieron., si es que las Auditorias tuvieron lugar.
Tampoco se menciona, en la información que disponemos, si se llamó a declarar al Auditor Interno, de la sede central, durante ese período.
El Director del CERIDE, Lic. Néstor Perticarari nunca se enteró de nada, jamás escuchó una queja y tampoco habría reclamado por el tema de la firma única.
Según se desprende del mencionado Sumario el Lic. Perticarari habría sido hábilmente engañado por Yribas y por Comba, pero uno se pregunta cómo es que Perticarari jamás escuchó queja alguna de los 500 empleados del CONICET respecto de su Tesorero. Nadie se le quejó que los fondos no llegaran a los destinatarios durante 27 meses, o no fueran canalizados hacia los investigadores a quienes les habían otorgado los subsidios. Sólo cuando los empleados de una guardería del CERIDE se quejaron en contra del Tesorero, hizo una denuncia al CONICET.
El rol de Luna
El Dr.Luna había sido Director del CERIDE, posteriormente ocupó el cargo de Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación, y al momento de desfalco ocupaba el cargo de Presidente de la Fundación Vintec (Fundación para la Promoción y el Desarrollo Tecnológico del Litoral), siendo su Tesorero el que era Director del CERIDE, el Lic. Perticarari (http://www.vintec.org.ar/contacto.htm#1)..
Por otro lado aparece en el juicio una industria local denominada “Jalisco S.A.” dedicada a varios rubros (entre otros ropa de cuero) y en la que era propietario Luna y trabajaban también los otros dos implicados, el principal involucrado Yribas y su colaborador Comba. La existencia de importante cantidad de cheques (siete) con las firmas presuntamente apócrifas de Luna y librados a nombre de Iribas, complica aún mas la interpretación de lo ocurrido.
La Fundación Vintec tiene su oficina al lado de la Tesoreria del CERIDE
Cual fue el rol de la Fundación VINTEC en este escándalo, cuya oficina es colindante a la Tesorería, es imposible saberlo, ya que alegando que la Inspección General de Justicia es la única que puede auditarlo, no abrieron sus puertas al CONICET para que fueran investigados.
A su vez la Fundación VINTEC, es una Unidad de Vinculación Tecnológcia (UVT) y administra en ese carácter fondos estatales.
Una gran melange
El CERIDE, la Fundación VINTEC (UVT) y la firma “Jalisco S.A”. parecieran haber constituido un todo, en realidad un gran “melange”
En el primero se desempeñaban, cuatro de los cinco implicados:Yribas, Comba, Perticarari y Novello, en la segunda (con oficina colindante) dos: Luna y Perticarari, en Jalisco S.A. tres: Luna, Yribas y Comba.
Lo más curioso es que tanto Perticarari en ese momento Director interino del CERIDE y Secretario de la VINTEC, junto con Luna, (Presidente de la VINTEC y propietario de Jalisco) no se enteraron de nada, no vieron nada y nada sabían de los fondos faltantes y de los cheques con firma falsificada de Luna. En un ambiente tan reducido y donde todos se conocían y se desempeñaban en múltiples puestos llama mucho la atención.
Dudas que flotan
¿Pueden dos empleados del CONICET de esa jerarquía ser tan inocentes, tan desprecabidos en el manejo de los fondos públicos, e indiferentes hacia el manejo de sus propios fondos privados?.
¿Eran realmente idóneos? o lo eran y el Sumario Administrativo del CONICET, la tardía auditoria interna y la aparente imposibilidad de conseguir los balances y acceder a la contabilidad de la Fundación VINTEC ayudaron a que no se encontraran pruebas su contra?.
El final de la historia
El 7 de Noviembre del 2008, por Resolución 227/08 del Juzgado Federal N° 1 de la ciudad de Santa Fe, Secretaría en lo Penal), Perticarari y Luna fueron habrían sido absueltos por faltas de prueba.
Blackout de noticias
Salvo una breve nota de “El Litoral” de Santa Fé publicada el 9/4/2003, nada se supo al respecto del CERIDE y este grave hecho pasó desapercibido para la mayoría de los empleados del CONICET central, inclusive quien escribe.
De no haber sido por amigos que tengo en Santa Fè no podría jamás haber reconstruido la historia.
Este caso se asemeja al anterior que relaté hace casi un año sobre corrupción en el CADIC, que fue hábilmente ocultado a la prensa y a los empleados del CONICET.
¿Qué opinó la Sindicatura General de la Nación?
Según la SIGEN en su informe (“light”) preparado en el 2004 “Evaluación del sistema de control interno del CONICET” dice: “... en el 2003 CERIDE se han detectado serias irregularidades en el uso de los fondos públicos, por parte de sus agentes, dando lugar a una distracción de los mismos que alcanzó aproximadamente la suma de un millón de pesos (Enero 2001-Mayo 2003)”.
A pesar de la magnitud del desfalco detectado la Unidad de Auditoria Interna sólo se comprometió (tardíamente) al “....seguimiento de la situación dada en el CERIDE” y no menciona que se habrán de tomar medidas para que hechos semejantes no se vuelvan a repetir”.
Conclusión
La larga experiencia me indica que nada ha cambiado en el CONICET y hace al caso citar este texto: “la sustanciación de sumarios ha operado, por un lado, como una forma de dilatar la exposición de irregularidades que deberían ser resueltas con eficacia y/o ser ventiladas en la justicia, y por otro, como un instrumento de fácil recurso ante la carencia de normas, procedimientos y circuitos administrativos plenamente acordados y normalizados.
Todo lo anterior ha ido configurando un sistema incapaz de resolver situaciones, en un ambiente protegido de la observación exterior, tal como se trasluce de las consideraciones del informe SIGEN citado". (Cita textual de Gestión de la Presidencia del CONICET, segundo semestre del 2000).
El CERIDE, la Fundación VINTEC (UVT) y la firma “Jalisco S.A”. parecieran haber constituido un todo, en realidad un gran “melange”
En el primero se desempeñaban, cuatro de los cinco implicados:Yribas, Comba, Perticarari y Novello, en la segunda (con oficina colindante) dos: Luna y Perticarari, en Jalisco S.A. tres: Luna, Yribas y Comba.
Lo más curioso es que tanto Perticarari en ese momento Director interino del CERIDE y Secretario de la VINTEC, junto con Luna, (Presidente de la VINTEC y propietario de Jalisco) no se enteraron de nada, no vieron nada y nada sabían de los fondos faltantes y de los cheques con firma falsificada de Luna. En un ambiente tan reducido y donde todos se conocían y se desempeñaban en múltiples puestos llama mucho la atención.
Dudas que flotan
¿Pueden dos empleados del CONICET de esa jerarquía ser tan inocentes, tan desprecabidos en el manejo de los fondos públicos, e indiferentes hacia el manejo de sus propios fondos privados?.
¿Eran realmente idóneos? o lo eran y el Sumario Administrativo del CONICET, la tardía auditoria interna y la aparente imposibilidad de conseguir los balances y acceder a la contabilidad de la Fundación VINTEC ayudaron a que no se encontraran pruebas su contra?.
El final de la historia
El 7 de Noviembre del 2008, por Resolución 227/08 del Juzgado Federal N° 1 de la ciudad de Santa Fe, Secretaría en lo Penal), Perticarari y Luna fueron habrían sido absueltos por faltas de prueba.
Blackout de noticias
Salvo una breve nota de “El Litoral” de Santa Fé publicada el 9/4/2003, nada se supo al respecto del CERIDE y este grave hecho pasó desapercibido para la mayoría de los empleados del CONICET central, inclusive quien escribe.
De no haber sido por amigos que tengo en Santa Fè no podría jamás haber reconstruido la historia.
Este caso se asemeja al anterior que relaté hace casi un año sobre corrupción en el CADIC, que fue hábilmente ocultado a la prensa y a los empleados del CONICET.
¿Qué opinó la Sindicatura General de la Nación?
Según la SIGEN en su informe (“light”) preparado en el 2004 “Evaluación del sistema de control interno del CONICET” dice: “... en el 2003 CERIDE se han detectado serias irregularidades en el uso de los fondos públicos, por parte de sus agentes, dando lugar a una distracción de los mismos que alcanzó aproximadamente la suma de un millón de pesos (Enero 2001-Mayo 2003)”.
A pesar de la magnitud del desfalco detectado la Unidad de Auditoria Interna sólo se comprometió (tardíamente) al “....seguimiento de la situación dada en el CERIDE” y no menciona que se habrán de tomar medidas para que hechos semejantes no se vuelvan a repetir”.
Conclusión
La larga experiencia me indica que nada ha cambiado en el CONICET y hace al caso citar este texto: “la sustanciación de sumarios ha operado, por un lado, como una forma de dilatar la exposición de irregularidades que deberían ser resueltas con eficacia y/o ser ventiladas en la justicia, y por otro, como un instrumento de fácil recurso ante la carencia de normas, procedimientos y circuitos administrativos plenamente acordados y normalizados.
Todo lo anterior ha ido configurando un sistema incapaz de resolver situaciones, en un ambiente protegido de la observación exterior, tal como se trasluce de las consideraciones del informe SIGEN citado". (Cita textual de Gestión de la Presidencia del CONICET, segundo semestre del 2000).
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