Lunes 8 de diciembre de 2008
Un programa oficial que promociona el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva está logrando el retorno a nuestro país de investigadores que desarrollaban sus tareas en el exterior. Ese programa se llama Raíces, y su nombre alude a la importancia de conseguir que vuelvan los talentos que no han podido arraigarse aquí. Según la información ministerial, son ya 600 los estudiosos, en su mayoría especializados en áreas de vanguardia, que han podido instalarse nuevamente, lo que puede considerarse un dato sumamente promisorio. El programa ofrece el pasaje de retorno al investigador y una suma de 5000 pesos que puede ser utilizada para diversos fines, como la compra de equipos o el pago de gastos de mudanza. En caso de que el estudioso no tenga ninguna oferta laboral en la Argentina, se le asegura la difusión de su currículum en una base de datos conformada por 3500 empresas, institutos y universidades. Entre los que han vuelto, se reconoce una gran variedad de situaciones: algunos científicos solamente estuvieron en el exterior los dos años que exige, por lo común, un posdoctorado, pero otros llevan veinte de residencia en el extranjero. Las motivaciones que los guían son igualmente variadas, porque se entrecruzan en ellas sentimientos y opiniones de diferentes naturalezas. En algunos casos, la pérdida de afectos o la dificultad para integrarse en ámbitos muy distintos de los nuestros se muestra importante. Para otros, tiene un fuerte peso el deseo de ofrecer su aporte al país, lo mismo que la posibilidad de abrir áreas de desarrollo científico y tecnológico que todavía se encuentran en un estado incipiente. De nuevo en la Argentina, encuentran con frecuencia panoramas para nada estimulantes, porque ni las universidades ni las empresas pueden todavía ofrecer el decidido apoyo a sus tareas o un número de especialistas que permita los intercambios sin los cuales su actividad hoy se vuelve sumamente difícil. Los repatriados no necesariamente regresan de Europa o los Estados Unidos, porque algunos han desarrollado sus carreras en Brasil, donde afirman encontrar una visión estratégica y políticas de Estado que en poco se parecen a las nuestras. No es ningún secreto que nuestro país no se ha distinguido por el apoyo a sus estudiosos y que la mayoría de ellos debieron desenvolverse, cuando estuvieron entre nosotros, con los módicos apoyos del Conicet y en medio de ambientes indiferentes cuando no hostiles, más signados por las políticas de poder y las guerrillas ideológicas universitarias que por un auténtico compromiso con las necesidades del país. Algunos de los campos en que se desenvuelven estos investigadores demuestran su interés por los temas considerados de "punta", como son los relacionados con las neurociencias, las modernas industrias de alimentos o las biotecnologías. Todos siguen creyendo, aunque la realidad no siempre acompañe sus esperanzas, en la posibilidad de hacer aquí lo que comenzaron en otros lugares, para lo cual necesitan, obviamente, un acompañamiento constante que impida su regreso permanente a los centros de excelencia que pudieron conocer de cerca. Hay un patrón común en las expresiones de estos hombres y mujeres cuando afirman que el país necesita un cambio de mentalidad. La mentalidad negativa, asociada con el atraso y la falta de desarrollo de los mejores recursos humanos, nos está haciendo mucho daño, en una Argentina que lleva muchas largas décadas malquistándose con sus mejores talentos.
Un programa oficial que promociona el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva está logrando el retorno a nuestro país de investigadores que desarrollaban sus tareas en el exterior. Ese programa se llama Raíces, y su nombre alude a la importancia de conseguir que vuelvan los talentos que no han podido arraigarse aquí. Según la información ministerial, son ya 600 los estudiosos, en su mayoría especializados en áreas de vanguardia, que han podido instalarse nuevamente, lo que puede considerarse un dato sumamente promisorio. El programa ofrece el pasaje de retorno al investigador y una suma de 5000 pesos que puede ser utilizada para diversos fines, como la compra de equipos o el pago de gastos de mudanza. En caso de que el estudioso no tenga ninguna oferta laboral en la Argentina, se le asegura la difusión de su currículum en una base de datos conformada por 3500 empresas, institutos y universidades. Entre los que han vuelto, se reconoce una gran variedad de situaciones: algunos científicos solamente estuvieron en el exterior los dos años que exige, por lo común, un posdoctorado, pero otros llevan veinte de residencia en el extranjero. Las motivaciones que los guían son igualmente variadas, porque se entrecruzan en ellas sentimientos y opiniones de diferentes naturalezas. En algunos casos, la pérdida de afectos o la dificultad para integrarse en ámbitos muy distintos de los nuestros se muestra importante. Para otros, tiene un fuerte peso el deseo de ofrecer su aporte al país, lo mismo que la posibilidad de abrir áreas de desarrollo científico y tecnológico que todavía se encuentran en un estado incipiente. De nuevo en la Argentina, encuentran con frecuencia panoramas para nada estimulantes, porque ni las universidades ni las empresas pueden todavía ofrecer el decidido apoyo a sus tareas o un número de especialistas que permita los intercambios sin los cuales su actividad hoy se vuelve sumamente difícil. Los repatriados no necesariamente regresan de Europa o los Estados Unidos, porque algunos han desarrollado sus carreras en Brasil, donde afirman encontrar una visión estratégica y políticas de Estado que en poco se parecen a las nuestras. No es ningún secreto que nuestro país no se ha distinguido por el apoyo a sus estudiosos y que la mayoría de ellos debieron desenvolverse, cuando estuvieron entre nosotros, con los módicos apoyos del Conicet y en medio de ambientes indiferentes cuando no hostiles, más signados por las políticas de poder y las guerrillas ideológicas universitarias que por un auténtico compromiso con las necesidades del país. Algunos de los campos en que se desenvuelven estos investigadores demuestran su interés por los temas considerados de "punta", como son los relacionados con las neurociencias, las modernas industrias de alimentos o las biotecnologías. Todos siguen creyendo, aunque la realidad no siempre acompañe sus esperanzas, en la posibilidad de hacer aquí lo que comenzaron en otros lugares, para lo cual necesitan, obviamente, un acompañamiento constante que impida su regreso permanente a los centros de excelencia que pudieron conocer de cerca. Hay un patrón común en las expresiones de estos hombres y mujeres cuando afirman que el país necesita un cambio de mentalidad. La mentalidad negativa, asociada con el atraso y la falta de desarrollo de los mejores recursos humanos, nos está haciendo mucho daño, en una Argentina que lleva muchas largas décadas malquistándose con sus mejores talentos.
Algunos de los comentarios publicados
Marazam: 08.12.0822:32: Si no hay buenas condiciones de trabajo (laboratorios, bibliotecas y sueldos dignos, etc.), ni estabilidad económica, ni políticas científicas claras, ni educación de excelencia (primario, medio y universitario) y más cultura científica en la población (¡divulgación! ¿Cuántas notas científicas tiene un diario argentino?), de otro modo, la población nunca entenderá porque deben gastar sus impuestos para ayudar a unos señores de guardapolvo blanco que, aparentemente, se divierten con unos tubitos de vidrio. Con esta creencia sólo pueden esperarse promesas. Por ignorancia o falta de interés el sector privado no invierte lo suficiente en I&D. Los científicos que han desarrollado la mayor parte de su carrera en el exterior no les conviene volver. Deben ser contratados temporalmente por la Universidad para enseñar e investigar por un semestre a un año. Las ventajas de investigar en el exterior no son equiparables a las ofrecidas en Argentina. Para el país sería muy favorable contar con una "masa crítica" de cerebros argentinos en los primeros palcos de los institutos de investigación científica del primer mundo, porque esos conocimientos "frescos" luego pueden ser transferidos al país. Si los científicos vuelven es porque sienten inseguridad en el exterior debido a la crisis global. Para hacerlos volver, primero hay que arreglar al país. Gracias por su tiempo.
mrhide : 12.0816:50 : Me alegra mucho que vuelvan, pero no se transformen en lacayos del Estado La nostagia hacia el pais (en el) que nacimos nos puede jugar una mala pasada .Si vuelvan, pero no propaganda de este gobierno. Busquen la manera de autosustentarse.Y no ignoren (que) aqui es comun que te prometan sabiendo de antemano que no van a cumplir. No olviden que lo que motiva a un cientifico es el amor en la búsqueda de la verdad.
indio007: 08.12.0815:28 : Contrariamente a lo habitualmente se piensa, un científico argentino, sea en EEUU, Alemania, Japón, etc. es respetado de la misma manera que a Maradona en el futbol.
giustialberto : 08.12.0813:38: tehuelchen. Coincido con vos y también opiné lo mismo cuando salió la excelente nota de Nora Bärh. Es muy bueno el editorial, de acuerdo, pero con un reparo: la bajada del título es equívoca al hablar del poco apoyo, porque evidentemente la creación del ministerio de Ciencia y Tecnología fue una decisión estratégica y la repatriación de científicos es un logro. Hay que, como bien decís, darles oportunidades. No buscan vivir como en Europa, por eso vuelven. Lo sé bien porque tengo un sobrino biólogo en Alemania, que no volverá porque se casó allá, tuvo hijos, pero en mis viajes pude hablar con muchos argentinos, físicos, biólogos, etc. Todos son brillantes, todos salieron del país con una formación de excelencia y se los disputan en Francia, Japón, Alemania, EEUU. Y algunos están volviendo. Por eso no puedo dejar de indignarme con ciertos foristas como APEJELADO, 5. Hay un punto importante que menciona el editorial, cuando se refiere a Brasil que tiene "una visión estratégica y políticas de Estado que en poco se parecen a las nuestras". Es así, pero eso es así porque acá la clase dirigente no tuvo esa visión estratégica y la falta de políticas de Estado es su reflejo. Las contratación de cientificos de las llamadas "ciencias duras" no son rentables para las empresas, pero la investigación es fundamental. Eso acá no ocurre. Es la falta de visión de grandes grupos económicos. Una política de Estado es hacer que tomen conciencia de ello. No solo buscar lo que reditúa Saludos.
tehuelchen:08.12.0812:52: Cuando la nota termina diciendo "Hay un patrón común en las expresiones de estos hombres y mujeres cuando afirman que el país necesita un cambio de mentalidad. La mentalidad negativa, asociada con el atraso y la falta de desarrollo de los mejores recursos humanos, nos está haciendo mucho daño, en una Argentina que lleva muchas largas décadas malquistándose con sus mejores talentos.", puedo decir que es un tema recurrente, lo he opinado varias veces: los científicos no están detrás del poder que da la política (al menos la de hoy) sus prebendas corruptas y corruptoras. Ellos están en ese microclima que da la vocación, la dedicación el trabajo, que no es más que un hecho solidario para un mundo, una vida, mejor. Por eso en la nota de Nora Bärh que se refería a la llegada de 600 científicos opiné que bueno sería que el gobierno les facilitara las cosas con préstamos blandos para la construcción de su casa y la adquisición de un auto, como puntos de partida para esa "radicación", además de buenos ingresos, que son los que se merecen, no otra cosa. No hay discusión posible al respecto los científicos argentinos, todos nos han dado un tremendo orgullo a nivel internacional, debemos apreciarlos aún más a los de "cabotaje" que desde aquí hacen y han hecho merecemientos internacionales para el reconocimiento. Muy buena el Edtorial .
Apelejado: 08.12.0811:43: HAY QUE ACONSEJARLES A LOS CIENTIFICOS QUE SE QUEDEN DONDE ESTAN. YO LE RUEGO A DIOS QUE MIS NIETOS PUEDAN ACCEDER A UNA BECA PARA IRSE DE ESTE., NUESTRA EDUCACION YA ES MAS QUE MEDIOCRE.
JL Picard :08.12.0817:47: Apejelado, si bien la estructura y organización de las universidades nacionales debe actualizarse y mejorarse, al menos en las carreras científicas la formación conque salen nuestros licenciados y doctores es comprobablemente sólida. Por otro lado, si uno quiere mejorar la educación, es una buena idea traer recursos humanos formados. Probablemente a sus nietos les convenga hacer una carrera de grado aquí y luego un posgrado afuera (no es fácil conseguir becas para estudios de grado).
giustialberto: 08.12.0811:56: Mira vos, la educación más que mediocre: ¿Será por eso que los científicos argentinos son buscados en todo el mundo, y especialmente en los países centrales, y muy especialmente loas egresados en las llamadas ciencias duras? No hables de lo que no sabes. Tu negatividad, bien argentina, te impide apreciar lo que significa la Universidad Argentina, sobre todo en el campo de las ciencias. Conozco bastantes cientificos argentinos, que han realizado sus doctorados en Europa, que inmediatamente recibieron los ventajosas ofertas laborales, y prefirieron en estos años, volver al país incluso ganando menos, pero sintiendo que debían devolverle a la Universidad pública y gratuita lo que recibieron. Esos son admirables y no ciertos abuelos que le van a tirar malas ondas a sus nietos. Después no nos quejemos de la juventud que tenemos, descreída, esceptica... Leerte, realmente revuelve el estómago., les dan 5000 pesos y el pasaje para argentina....hacen cola en los aeropuertos de Estados Unidos y Europa para volver, ahh..!! y dicen que "se le asegura la difusión de su currículum en una base de datos"...a verrr,a verrr.. un alquiler vale casi 1000ds, vivir otros 1000ds, lo minimo, movilidad unos 4000ds ,o bueno que el cientifico viaje en colectivo,y no tenga hijos, obvio ...mmmm! me parece que no me dan los números...como se llama el programa?..volver? a que!?..jajja
innovador:08.12.080720: Antes de volver los cientificos deben vincularse con las empresas, laboratorios y/o institutos, en proyectos preestablecidos. Es un error hacer volver a alguien sin certeza laboral. En este nuevo siglo existe internet para conunicarse. En algunos casos se podrá colaborar en investigaciones científicas desde el exterior, donde se tiene mejor ámbito para el caso. Existen polos tecnológicos virtuales. Ya este programa no se llamaria Raices me supongo. O tal vez el Ministerio no este capacitado para el caso. Igualmente Bienvenidos todos. Gracias por su tiempo. sisi, les dan 5000 pesos y el pasaje para argentina....hacen cola en los aeropuertos de estados unidos y europa para volver, ahh..!! y dicen que "se le asegura la difusión de su currículum en una base de datos"...a verrr,a verrr.. un alquiler vale casi 1000ds, vivir otros 1000ds, lo minimo, movilidad unos 4000ds,o bueno que el cientifico viaje en colectivo, y no tenga hijos, obvio ...mmmm!me parece que no me dan los números...como se llama el programa?..volver? a que!?..jajja
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