lunes, 20 de diciembre de 2010

CONICET: Sus autoridades jamás tienen tiempo y no les conviene responder las notas de quejas que les elevan sus investigadores, becarios y gremialista

Después de trabajar en esta sede durante varias décadas me consta que es una política establecida entre nuestras ilustres autoridades no responder ninguna de las notas que se presentan con quejas por mesas de entradas al CONICET.
La segunda política es no investigar si las acusaciones son ciertas, hay demasiadas Unidades Ejecutoras, y demasiadas quejas de maltrato y corrupción.
La tercera actitud es, a veces, abrir un sumario y luego que todo el mundo declaró y el Oficial Sumariarte se rompió el lomo trabajando, se gastó dinero en salarios y en el envío de citaciones para declarar, etc., el Directorio resuelve unánimente no actuar o “cajonear” el sumario, para luego poder coercionar al director de la Unidad Ejectutora (UE) y obligarlo a aceptar Resoluciones o situaciones contrarias a sus intereses personales o a las de la UE y del propio CONICET.
La cuarta y la más bizarra es desconocer las recomendaciones de la SIGEN para corregir errores o deformaciones y carencias de la administración del CONICET, o no darle bolillas y/o poner obstáculos legales o interpretaciones forzadas e ilegales a los reclamos judiciales del Ministerio de Justicia de la Nación.
Las autoridades del CONICET en especial la Presidente, Vicepresidentes y miembros del Directorio sólo tienen tiempo para firmar convenios, salir en los diarios, participar de cuanto ágape o reunión social esté disponible y que lógicamente esté regada por buenos vinos y sabrosos bocaditos, pero según me informan en Mesa de Entradas, jamás responden las notas de quejas, están muy ocupados.

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