Son dos caras de la misma moneda de un país contradictorio, supuestos avances tecnológicos que se exhiben en la feria, como el nunca concretado “Tren Bala”, y 400 embarques demorados en la Aduana con un total de un millón de libros y revistas, que el Secretario de Comercio trabó y no deja que sean introducidos al país, desde el 15 de Setiembre, para evitar o demorar los pagos millonarios en dólares al exterior y no alterar el saldo de la balanza comercial, el cual es cada vez menor.
La decisión del Gobierno de frenar el ingreso de libros importados -que mantiene a más de un millón de volúmenes varados en la Aduana desde hace un mes- generó intensas reuniones entre las editoriales y el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
La Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) nuclea a 44 empresas asociadas entre las que se destacan las editoriales Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara SA, Aique Grupo Editor SA, Ediciones Santillana SA, Editorial Andrés Bello Argentina SA, Editorial Atlántida SA, Editorial Estrada SA, Editorial Paidós SAICF, Fondo de Cultura Económica SA, Grupo Editorial Planeta SAIC, Randon House Mondadori y Tusquets Editores, entre otros.
Los talleres gráficos nacionales no dan abasto en la impresión de libros y aprovechan que los costos de impresión en Chile y en otros países son más bajos que en el país y que, a igual o menor precio, imprimen con más calidad que en el país.
Para resolver el intríngulis, la CAP solicitó al gobierno cambios impositivos para ser más competitivos y poder producir la totalidad de los libros en el país.
Hace poco se supo, que los importadores de autos deberán también exportar, uno de ellos se comprometió a exportar arroz y tapizados para liberar las unidades retenidas en Aduana desde febrero de este año.
Para el Secretario Moreno los libros importados son lo mismo que los autos, ambos consumen dólares y al ser escasos, hay que cuidarlos, no importa el perjuicio que se cause a la cultura y a la ciencia local.
Para Moreno, el desarrollo científico y cultural del país es tema de otros Ministros. No sabemos que ningún Ministro, incluido Barañao, se hayan quejado en público por esa medida.
Con tal de poder introducir al país el millón de libros y revistas demorados, la CAP, se comprometió a equilibrar el balance comercial del sector editorial, entre lo que se produce en el país y lo que se importa del exterior. La CAP además solicitó “a la Secretaría de Comercio Interior su intervención para que se proceda lo más rápido posible con la liberación de los embarques demorados en las Aduanas del país.
La decisión del Gobierno de frenar el ingreso de libros importados -que mantiene a más de un millón de volúmenes varados en la Aduana desde hace un mes- generó intensas reuniones entre las editoriales y el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
La Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) nuclea a 44 empresas asociadas entre las que se destacan las editoriales Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara SA, Aique Grupo Editor SA, Ediciones Santillana SA, Editorial Andrés Bello Argentina SA, Editorial Atlántida SA, Editorial Estrada SA, Editorial Paidós SAICF, Fondo de Cultura Económica SA, Grupo Editorial Planeta SAIC, Randon House Mondadori y Tusquets Editores, entre otros.
Los talleres gráficos nacionales no dan abasto en la impresión de libros y aprovechan que los costos de impresión en Chile y en otros países son más bajos que en el país y que, a igual o menor precio, imprimen con más calidad que en el país.
Para resolver el intríngulis, la CAP solicitó al gobierno cambios impositivos para ser más competitivos y poder producir la totalidad de los libros en el país.
Hace poco se supo, que los importadores de autos deberán también exportar, uno de ellos se comprometió a exportar arroz y tapizados para liberar las unidades retenidas en Aduana desde febrero de este año.
Para el Secretario Moreno los libros importados son lo mismo que los autos, ambos consumen dólares y al ser escasos, hay que cuidarlos, no importa el perjuicio que se cause a la cultura y a la ciencia local.
Para Moreno, el desarrollo científico y cultural del país es tema de otros Ministros. No sabemos que ningún Ministro, incluido Barañao, se hayan quejado en público por esa medida.
Con tal de poder introducir al país el millón de libros y revistas demorados, la CAP, se comprometió a equilibrar el balance comercial del sector editorial, entre lo que se produce en el país y lo que se importa del exterior. La CAP además solicitó “a la Secretaría de Comercio Interior su intervención para que se proceda lo más rápido posible con la liberación de los embarques demorados en las Aduanas del país.
1 comentario:
SE SIENTE...SE SIENTE...CRISTINA PRESIDENTE!!!
ANDA A LABURAR COMO HACEMOS LA MAYORIA DE LOS 16.000 LABURANTES DEL CONICET.
O VOLVETE A LA CAVERNA...
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