En este blog ya habíamos mencionado que la “Fundación Instituto Leloir” estaba siendo investigada por lavado de dinero en un banco de EE.UU con dos cuentasno declaradas: una por US$ 473.972,77 y la otra a nombre de “ Fundación Instituto Leloir Charitable Trust” por valor de US$ 1.157,53 (Ver en Facebook: Los 200 investigados por lavado de dinero en la República Argentina)
En el día de ayer, durante la inauguración del nuevo edificio de la Fundación Leloir en el Parque Centenario (Miércoles 22 de Junio) en la ceremonia a la que asistió la Sra. Presidente, Cristina Fernandez de Kirchner y el Ministro Luis Barañao y demás autoridades de la casa, fueron entregados los doce premios Houssay a los investigadores argentinos.
El discurso que pronunció la Sra. Presidente figura publicado en la página Web de la Presidencia de la Nación (discursos): Acto de inauguración del edificio anexo del Instituto Leloir: Palabras de la Presidenta de la Nación)
Perlitas del discurso
Durante el transcurso del mismo la Sra. Presidente pronunció algunas perlitas, como por ejemplo:“estamos construyendo, creo que el Polo Científico más importante de Argentina, seguro, y tal vez, también, de Latinoamérica y con la primera delegación de la Fundación Max Planck en toda América latina que nos ha elegido a nosotros, los argentinos, precisamente para tener una delegación de su fundación, la primera en Latinoamérica”
El refaccionar las ex bodegas Giol y construir un edificio nuevo para los burócratas y agregarle el edificio de la Fundación Max Plank, no es construir un Polo científico, consiste en reunir a los burócratas en un solo punto de la capital. Tampoco es correcto decir que es la delegación es la primera en América Latina, ya que la Max Plank Society (MPG) ha establecido oficinas y proyectos e institutos propios en el exterior de Alemania en Italia, Holanda, Francia, España y en Sao Paulo, Brasil. También colabora, por mencionar un caso con la Academia China de Ciencias (ver los proyectos en The Max Planck Society (Max-Planck-Gesellschaft - MPG).
“Me hablaban de que aquel joven de 36 años, ¿recibido en la UBA, no es cierto?, es también él inventor de la computadora y es experto en super cómputos.” Estimo que no hace falta hacer comentario alguno.
“La verdad que yo me enorgullezco siempre porque digo, cuando nos vienen a visitar, que somos el único país latinoamericano que tiene tres Premios Nóbel en ciencias exactas, en las ciencias duras, y eso no es casualidad “. Aclaremos que los premios Nóbel de Argentina fueron cinco , ninguno de ellos en las ciencias exactas o duras: Carlos Saavedra Lamas (1936) : premio Nóbel de La Paz, Bernardo Houssay: Fisiología y Medicina (1947) ; Luís F. Leloir: Química, 1970, y Adolfo Pérez Esquivel Premio Nóbel de la Paz (1980), Cesar Milstein :Medicina (1984), ninguno de ellos en las ciencias duras (Bajo la denominación de ciencias exactas se incluye a la matemática y a todas las ciencias que se sustentan en la experimentación y la observación y pueden sistematizarse utilizando el lenguaje matemático para expresar sus conocimientos).
Científicos y público encerrados en el salón de actos. Las autoridades de la Fundación Leloir, con el previo conocimiento del protocolo de la Presidencia de la Nación, y por cuestiones de seguridad, establecieron, sin avisarle a los participantes del acto, que el público quedaría encerrado en el salón de Actos durante aproximadamente dos horas, y que recién podrian salir del Salón una vez que Cristina de Kirchner se hubiera retirado del Instituto. Como la Sra. Presidente no se retiró del hall principal del edificio, adonde desembocan las puertas del salón de actos,su estadía se prolongó aun mas,y al salir al exterior se resbaló en las escaleras y se produjo un golpe y corte en el cuero cabelludo y volvió a entrar al edificio. Solo podían salir del salón aquellos que tenían su auto en las cocheras, en el sector posterior del edificio, pero varios centenares, sin vehículo, quedaron atrapados en el salón. Es paradójico que la Custodia presidencial consideró que la Sra.Presidente podia mezclarse entre sus seguidores en la puerta del Instituto y en la vereda (y eventualmente golpear y lastimarse) pero no podia mezclarse con los familiares de los galardonados y los propios investigadores del Instituto Leloir que participaron del acto. Para alguna mente enferma, es evidente que los de adentro eran considerados “peligrosos” y los de afuera eran “amistosos”. Un investigador de la Carrera del cercano Museo Argentino de Ciencias, muy molesto por la inesperada demora, que quedó encerrado en el salón de actos, recordó que, cuando el Emperador Akihito de Japón visitó al Museo en Junio de 1997, la seguridad mixta de la Policía Federal y de la SIDE permitía la libre circulación por todo el museo, pero que al Salón de Actos solo pudieron acceder, los invitados cuyos nombres figuraban en una lista previamente confeccionada por la Embajada de Japón. Para la visita del Emperador no se implementaron medidas de seguridad tan extremas como las de la Fundación Leloir, y por suerte el Emperador no se resbaló.
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