viernes, 7 de septiembre de 2012

CONICET: un investigador opina sobre el aumento del 21% a su salario y lo que le queda despues de aplicarle el impuesto a las ganancias y de los subsidios otorgados


Hola:

Muy interesante la nota. Yo soy investigador del Conicet y trabajo en el interior del país. Soy uno de los tantos científicos repatriados (volví en el 2005), y en lugar de volver a Buenos Aires (donde me doctoré) decidí aportar mis conocimientos en una de las provincias del interior. Me llama la atención que como empleado del estado nos hayan anunciado un aumento de sueldo entre junio y agosto del 25%, y como apenas pasamos el piso del impuesto a las ganancias realmente representó, por lo menos en mi caso y viendo el recibo del próximo mes, solamente de un 15%, muy por debajo de la inflación real (que vaya uno a saber cuanto es, pero que se siente) y apenas por arriba de la inflación oficial (supongo, porque no se cuanto fue la del último año). Así no hay sueldo que alcance, y tampoco es que ganemos una barbaridad.

Con respecto a los subsidios, este año se dio una verdadera carnicería, dejando a muchos investigadores (entre ellos yo, que tenía un PICT que se me acaba de terminar) sin dinero para investigar. Viendo la lista de PICT2012 aprobados para su evaluación (que deben estar entre 1000 y 2000), el año que viene serán muy pocos los privilegiados que contarán con dinero para hacer sus experimentos, dejando a un gran número de investigadores (muchos de los cuales volvieron al país porque apostaron en el y otros se la jugaron quedándose) en una posición que bien podría definirse como de "ñoquis", ya que Conicet seguramente les seguirá pagando el sueldo pero no podrán producir nada.

El sistema científico está colapsando. Se anuncia con orgullo el creciente número de investigadores y becarios, la cantidad de repatriados, pero estamos volviendo a la época en que no hay plata para investigar y que los becarios una vez doctorados se vayan al exterior y no vuelvan más.

Todos se callan, prefieren no quejarse porque tienen miedo de perder los logros que se obtuvieron en los últimos cinco a nueve años, pero no se dan cuenta que si la cosa sigue así el sistema se va a caer solito.

Nadie controla a los importadores y distribuidores de insumos y equipamiento científico, que llegan a recargar hasta el 1000% en los precios si se los compara con el exterior. Nos obligan a comprar insumos afuera, pero ahora nos van a recargar el 15% por material comprado con tarjetas en el exterior que no tiene fines de lucro, que solo se utiliza para investigación. Encima tenemos que jugarnos a que algún colega lo traiga en su valija, porque si lo hacemos traer, las miles de trabas que ponen en la aduana de Buenos Aires (todo llega ahí y hay que ir a buscarlo no importa donde uno trabaje) terminan en el pago de cifras abultadas a quienes gestionan los trámites, o a veces se estira tanto el trámite que el material termina siendo incinerado.

Y ni que hablar que los subsidios se piden en pesos y el dinero se otorga casi un año y medio después, por lo tanto lo que uno pidió puede llegar a costar más de la mitad en el momento de pagarlo, y encima los representantes de empresas extranjeras se manejan en dólares, así que hagan la cuenta. (sigo en otro comentario)

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