lunes, 11 de febrero de 2008

Cómo se ocultó la corrupción en la dirección del CADIC (2004-2006).

El Dr. Gustavo Bonorino ejerció el puesto de Director del CADIC desde Marzo del 2004 hasta Diciembre del 2006, cuando debió renunciar a raíz de la desconfianza generalizada del personal hacia su persona, motivada por la evidencia de diversas irregularidades administrativas, un pésimo manejo del personal, la utilización del nombre de la institución para proyectos personales y la falta constante a la palabra empeñada.
Desde su inicio pregonó la democratización en todas las decisiones institucionales. Sin embargo nombró a dedo un Concejo Directivo cuando debía ser elegido por todo el personal tal cual lo marca el decreto 1661/96. Las comisiones que convocó para tratar diferentes temas fueron disolviéndose por renuncias de sus miembros, porque todos comprobaban que era nada mas que algo que se quería mostrar pero las decisiones las tomaba exclusivamente
Ya en Mayo del 2005 la situación había empezado a empeorar cuando el personal del CADIC se vio obligado a solicitar la renuncia del Vice Director del Centro, nombrado por el Director, por malos tratos hacia el personal. Después de la visita del Presidente del CONICET, Dr. Hernán Charreau y del Vicepresidente Lattuada al CADIC se precipitó la renuncia del Vice.
En Noviembre del 2005 se designaron por votación de todo el Personal del CADIC los miembros de un nuevo Concejo Directivo esta vez sí de acuerdo al Decreto 1661/96 y a la Resolución luego de varios meses de debate en cuanto a su Reglamento Interno por parte del Personal.
El CD del CADIC a partir de ahí señaló irregularidades administrativas y contables, se elaboró un informe que se elevó al CONICET pero que según versiones de los mismos miembros del CD que lo expusieron al Directorio no era motivo suficiente para remover al Dr. Bonorino, “ se requerían irregularidades con cifras de 5 ceros para ello”.

Se le sugiere al Síndico del CADIC que renuncie
Además, en una reunión convocada por el Directorio para tratar de lograr un acuerdo entre el Dr. Bonorino y el CD que permitiera una continuidad de su gestión, el Dr. Bonorino lejos de reconocer sus errores y deshonestidades, negó las acusaciones bajo el argumento de que había dos bandos y uno estaba en su contra. El Directorio, bajo la falsa excusa de la neutralidad no tomó las decisiones que correspondían y permitió durante un plazo de 3 meses continuar al Dr. Bonorino. Además, dos integrantes del CD, uno de ellos el Sindico, recibieron la “sugerencia” de renunciar al cargo como modo de allanar el camino hacia una salida, demostrando el poco valor que le daban al mandato recibido por parte del Personal y a los procedimientos democráticos.
Al regreso de esta reunión se produjo una reunión de Personal escandalosa, donde el Dr. Bonorino negó que hubiera presentado un Plan de Prevención Sísmica a la Legislatura Provincial sin consultar al CD y dijo que ese Plan no involucraba a la Institución. Lo siguió negando mientras alguno de los presentes leía el anteproyecto por él presentado donde nombraba explícitamente al CADIC y en uno de sus artículos planteaba la necesidad de contratar un especialista en la materia, que en la práctica no era otra cosa que asegurarse un contrato profesional para su esposa


El Directorio designa un “mediador” y luego el “interventor”

Esta situación, sumado a los constantes roces con el personal y los manejos arbitrarios, llevó a que en Agosto de 2006 el 70% del personal de todas las carreras del CADIC le solicitaran a Bonorino su renuncia. Luego de reuniones del Directorio del CONICET con Bonorino y con los miembros del CD en la sede del CONICET y no habiendo cambios sustanciales, el Directorio dictó otra Resolución (Nº 2389/06) por la cual se designaba un “Asesor Representante del Directorio del CONICET (eufemismo para Mediador) y finalmente ante la renuncia de G. Bonorino (aceptada por Resolución Nº 2762/06) se designó un “Administrador delegado del CONICET” (Resolución Nº 2763/06) (Eufemismo de INTERVENTOR) en Ushuaia, el Dr. Eduardo Vázquez, externo al CONICET.
Desde que asumió el Dr. Bonorino no pudo ocultar un sesgo de beneficio personal en decisiones institucionales y en todo lo relacionado con el patrimonio del centro. Una de las modalidades fue comprar por un determinado numero de artículos y “sugerir” al proveedor que enviara un artículo mas que el que figuraba en la factura, así hizo por ejemplo con 10 escritorios que compró y recibió 11, uno de los cuales no quedaba en el registro patrimonial. Poco tiempo después de una reunión en la que declamó el estado de emergencia en cuanto a espacios de trabajo dentro del centro, decidió reducir el tamaño de la Biblioteca, creando dos nuevas oficinas, una de las cuales otorgó en uso exclusivo a su esposa, quien no pertenecía al CONICET y solo estaba en calidad de participante de un proyecto en Convenio, y cuya autorización como lugar de trabajo en el CADIC solo fue tramitado varios meses después, y aún así es muy discutible porque no existen reglas de a quien se le da lugar de trabajo y a quien no.
A uno de sus colaboradores y obsecuentes, le regaló, textuales palabras, una camioneta perteneciente al CONICET que estaba en el CADIC, pero que además estaba en uso de la Universidad de La Plata. Esa persona vendió la camioneta como chatarra en $ 800 y luego cuando este hecho fue denunciado, Bonorino le pidió que la recuperara y le pregunto cuanto hacia falta para recomprarla y luego darla de baja. Entonces quien la había vendido, ni lerdo ni perezoso, contestó a $ 1600. Es decir que había todo tipo de negocios con una camioneta que era parte del patrimonio del centro y que implicaba responsabilidad civil para el CONICET si seguía circulando sin cambio de titular como ocurrió.
Entre otras cosas lo acusan al ex director G. Bonorino del CADIC de haber vendido una camioneta de la Universidad de La Plata que quedó en Ushuaia (primero se la vendió a un conocido por $ 800 y cuando saltó la perdiz, para recuperarla la tuvo que pagar $ 1600).
El Dr. Bonorino intentó vender todo o por lo menos parte de las chapas de cobre retiradas de una reparación del techo del CADIC de una superficie de 700 m2. Cuando el síndico del Concejo Directivo, señaló esa situación, se sabe que mandó a sus secuaces a pedir una factura a la chatarrería donde las había vendido. Recién en ese momento llamó a licitación para vender las chapas, como hubiera correspondido desde un primer momento, y se recaudaron $ 80000.-, pero no hubo ninguna investigación ni sanción al respecto.
Realizó un concurso de precios para una obra de extensión domiciliaria de gas para viviendas que se encuentran en el predio del CADIC por un valor de alrededor de $ 30.000.- El acta de adjudicación de la obra está firmada por él, por otro Investigador y por un Técnico del CADIC con fecha previa a la presentación de los presupuestos. La obra se pagó totalmente hacia fines del 2004, sin embargo a la fecha según consta en Gammuzzi Gas del Sur, concesionaria que fiscaliza la misma, sólo se realizó un 40% de una parte de la misma. Tampoco hubo ningún tipo de medida interna o administrativa para quienes intervinieron
Respecto a una lancha para relevamiento sismográfico de la Universidad de Stantford, efectuó un convenio con dicha Institución en el cual el CADIC cumplía el rol de importador y se hace responsable ante la Aduana por todas las obligaciones que eso implicaba. Cuando Bonorino renunció hacía 6 meses que la Aduana había emplazado al CADIC a reexportar la lancha a Chile porque los plazos estaban vencidos: esto implicaba a ese momento de no mediar la buena voluntad del responsable de la Aduana, una multa de u$s 50.000.- y las consecuencias institucionales para el CONICET sobre futuras operaciones de este tipo con la Aduana. Luego de arduas gestiones y de nuevos pedidos de prórrogas que realizara el interventor Lic. Vazquez, se logró reexportar la embarcación en una situación límite y en el filo de los plazos y evitar tan graves consecuencias. Varios obstáculos “sospechosos” no explicaban porque el DR. Bonorino se había demorado tanto en un tema tan grave pero que hubiera tenido como resultado que la lancha quedara expropiada por ejemplo para algún “beneficiario” local. Tampoco se conoce medida, sumario o sanción alguna al respecto, a pesar de que el Lic. Vazquez informó al Directorio asiduamente sobre este tema en las horas cruciales.
Pero parece ser que todos no somos iguales ante la Ley, porque por gestión “indirecta” del Dr. Bonorino, se intimó a un miembro del CPA -que no era de la simpatía del mismo- que poseía una Casilla sobre trineos en el predio del CADIC (había sido autorizado por el anterior Director) a que en el plazo de 30 días retirara la misma. Así debió hacerlo, a pesar de estar en pleno invierno en Ushuaia, donde es imposible conectar los servicios en cualquier nuevo terreno que ocupe si es que hubiera tenido la suerte de conseguir uno. En este caso sí se actuó con celeridad, como para otorgarle una vivienda de servicio del CADIC al Dr. Bonorino hasta Nov de 2008 a pesar de su renuncia vendió doscientas chapas de cobre retiradas del techo del CADIC y acumuladas en un predio del Centro, a un chatarrero de Ushuaia cuando se reemplazó el techo con 200 chapas de zinc, vendió una lancha de aluminio de la universidad de Stanford con motor fuera de borda y un sismógrafo, pagó una obra por anticipado por exceso de gas en las viviendas del CADIC, trabajo que nunca se realizó, etc, etc.
A ese personaje lo nombró el Directorio y cuando lo sacaron del medio, obligándolo a renunciar, no lo sumariaron y ahora, pulcro como la Cenicienta, fue postulante al Directorio del CONICET.
Intervención sin investigar los casos de corrupción
Fue tanta la presión que generaron primero los Técnicos y luego los investigadores del CADIC que finalmente el Directorio del CONICET decidió la intervención del CADIC, designándose hacia fines del 2006 como interventor al Dr. Eduardo L. Vázquez, proveniente de la Jefatura de Gabinete. Su tarea no era investigar los casos de corrupción ocurridos en el CADIC sino que sentar las bases para el llamado a concurso para designar un nuevo director del CADIC.
En la actualidad el nuevo director es el especialista en mamíferos marinos, Dr. Adrián Schiavini, quien curiosamente no fue uno de los que objetara ni firmara solicitadas criticando el desempeño del anterior Director Bonorino.
Sigilo con la prensa y serias consecuencias
Fue tanto el sigilo que usó el CONICET en el conflicto que ni una sola noticia se publicó en Ushuaia y/o en el resto del país sobre este extenso conflicto, sin embargo la muerte del interventor Vázquez si fue noticia, y en una escueta nota digital (Botella al Mar) se confirma que la función de Vázquez había sido la de “Administrador delegado” o “interventor” del CADIC. Tampoco se publicó en la pagina web del CONICET la noticia de la intervención ni de la muerte del interventor. La noticia no fue divulgada por el Comunicación Institucional - Área Prensa. El caso no existió. Sólo se publican las noticias que “visten” al CONICET.
El Personal del CADIC mando en dos oportunidades notas al Directorio del CONICET denunciando las situaciones que se estaban produciendo en el CADIC previo al pedido mayoritario de renuncia señalado. Los delegados de ATE del CADIC presentaron una nota a uno de las Gerencias del CONICET en Dic. De 2005 denunciando gran parte de estos hechos. ATE CONICET hizo circular en el ámbito de la institución el Informe del Sindico del CD del CADIC en abril de 2006, y un Plenario de ATE CONICET hizo conocer su preocupación por la situación del CADIC y la gestión del Dr. Bonorino en Set de 2006.
El Personal del CADIC envió a todos los electores de las elecciones a miembro del Directorio por el Área Ciencias Exactas no Biológicas una nota relatando lo acontecido en el Centro durante la gestión del Dr. Bonorino. Parte de los miembros del actual CD y el Director se excusaron de firmarla argumentando que era entrar en una interna electoral donde debían ser prescindentes.
Consecuencias de la falta de sanciones contra Bonorino
La falta de sanción hacia G. Bonorino y el hecho que su renuncia pasara desapercibida, no sólo para la ciudadanía sino que también para la Comunidad científica del CONICET, ayudó a que el “renunciado” investigador se pudiera postular, libre de toda mancha, al cargo de integrante del Directorio del CONICET, por el Área sur y en la temática de Cs. Exactas y naturales. Muchos miembros de la Carrera del investigador lo votaron y llegó a reunir la cantidad 198 votos (20% de los votos emitidos).
Sería interesante averiguar si se le ha iniciado un sumario administrativo en el CONICET, que es lo que hubiera correspondido que el Directorio decidera, ante la cantidad y calidad de las denuncias recibidas.
Murió el interventor del CADIC, Eduardo Vázquez
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(12:36) - El interventor del Centro Austral de Investigaciones Científicas, Eduardo Luis Vázquez falleció esta madrugada en Ushuaia. El deceso conmovió a la comunidad científica de Tierra del Fuego. El hombre terminaba su gestión el 24 de mayo designando al reemplazante del director González Bonorino. Había venido en diciembre a Ushuaia y terminaba su gestión en mayo.

20-5-2007 - (12:36) - El administrador delegado del Centro Austral de Investigaciones Científicas, Eduardo Luis Vázquez falleció esta madrugada en Ushuaia, de un paro cardiorrespiratorio, en un hecho que conmovió a la comunidad científica de Tierra del Fuego.Vázquez se desempeña en la secretaría de Gabinete de la Nación y fue nombrado como interventor del CADIC, para normalizar el reemplazo del ex director Gustavo González Bonorino .Vázquez había venido en diciembre pasado a la isla para designar al reemplazante del director y el 24 de mayo terminaba su gestión al frente de la intervención del centro.El deceso de Vázquez se produjo alrededor de las 6 de hoy en el Hospital Regional Ushuaia donde ingresó infartado.

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